miércoles, 24 de junio de 2009

LA CARTA DE FENALCO

LA MALDICION DE SAN SIMON
Una de las definiciones de “maldición” reza: un castigo o mal producido por una fuerza sobrenatural. Tratándose de una fuerza sobrenatural rebasa todas las facultades de lo humano para librarse de sus efectos; así pudiéramos comparar el descontento, con la concesionaria San Simón, cuyas voces se oyen todos los días: No es bueno que la gente se queje y pida y uno solo diga que no. Dijo el Presidente Uribe como respuesta a las explicaciones del director del INCO en su última visita; más adelante agregó: “pelean y pelean por los recursos y después no son capaces de ejecutarlos” refiriéndose al mismo funcionario.
Que San Simón “tenga una disposición distinta y una actitud que corresponda a las necesidades de la región” dice el Presidente de la Cámara de Comercio de Cúcuta, Juan Carlos García Herreros.
El Representante a la Cámara, Álvaro Alférez dijo que no sería raro que dentro de pocas semanas o meses a la concesionaria le entreguen el manejo de la alcabala que funciona en El Picacho; y luego agrega: “Lo que disgusta es que se cobre peaje y tan solo se vaya para beneficio de unos cuantos, mientras que los transportadores que utilizan esa vía, primordial, entre Norte de Santander y Santander, tienen que pagar los platos rotos”.
Nos haríamos interminables citando las opiniones en contra de San Simón ya que los pronunciamientos del Honorable Concejo Municipal han sido duros; la Honorable Asamblea del Departamento en cabeza de su Presidente doctor Jorge Villamizar nos ha dado todo el respaldo para que continuemos nuestro esfuerzo para obligar a San Simón a que haga algo que justifique la recolección del dinero de los peajes. No conocemos entidad alguna o personaje que haya salido en su defensa. Es la misma percepción del Presidente Uribe cuando dice que solo uno -es decir el director del INCO- dice que las cosas van bien. Pero como si fuera la maldición del santo europeo, el señor director del INCO viene regaña, promete y no cumple y contra viento y marea entrega a San Simón la recolección del producto del peaje Los Acacios.
Es un hecho ya consumado y no tenemos más remedio que aceptarlo. Lo que no debemos es resignarnos a que definitivamente el Norte de Santander vaya a quedar aislado por tierra del centro del país y de la costa Atlántica. No debemos permitir que se dedique lo poco que se invierta de lo recolectado en el peaje de Los Acacios en arreglar de nuevo el trayecto comprendido entre Los Patios y el peaje mientras la comunidad de Pamplona tiene que renunciar a los beneficios del turismo porque la vía Cúcuta a Pamplona está en pésimas condiciones.
Seguramente se va a poner de moda en los meses venideros el término “doble calzada”, y es bueno saber que doble calzada Cúcuta a Bucaramanga quiere decir que no tendremos una vía aceptable entre Cúcuta y Bucaramanga por muchos, muchos años.

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