domingo, 15 de mayo de 2011
CONFESIÓN DE CARLOS PALACINO
Foto y texto Periódico El Espectador
El jueves, hacia las 10:30 de la mañana, el actuario Carlos Palacino recibió la peor noticia de su vida. Los funcionarios de la Superintendencia Nacional de Salud le notificaron la intervención de SaludCoop, la EPS más grande del país. Como si fuera poco, fue separado de su cargo presidencial. Así empezó a desplomarse el emporio que construyó durante casi dos décadas de trabajo. Palacino se muestra fuerte, pero está muy golpeado. La historia de un hombre humilde que empezó como auxiliar en seguros y se convirtió en el hombre más poderoso del sector salud. Sobre sus aciertos y desaciertos habló con El Espectador.
¿Qué piensa de la intervención a SaludCoop que ordenó la Superslud?
La intervención tiene un fundamento claro que sale de una situación que la Superintendencia encontró en una visita que hizo hace unas semanas, derivada de un serie de cheques por entregar a los proveedores esperando que la liquidez de la empresa pudiera permitir que se pagaran. Lo primero que queremos precisar es que a las EPS se les asignó una responsabilidad, que es la prestación de los servicios del Plan Obligatorio de Salud (POS) y se les remunera para prestar los servicios del POS, pero después vía de los fallos de los jueces y de las cortes se les asigna la responsabilidad de prestar los servicios no POS, pero con un esquema un poco ilógico que es que usted debe prestar como EPS el servicio no POS, recobrarlo al Estado y eso genera una especie de discusión conceptual de que algo que sea está o no en el POS, por eso de cada 100 pesos que se recobran hay un porcentaje que se glosa por esa discusión que se genera de si el procedimiento está o no dentro del POS. Ese es un primer asunto que impacta la caja de la EPS. Y el segundo es la mora normal en algunos casos, anormal en otros, en el giro de esos recobros por parte del Fosyga. Entonces esa situación del no POS ha venido deteriorando la caja de las EPS y, en particular, la de SaludCoop, que no ha sido caso ajeno. Esto, por ejemplo, en lo que fueron los años 2009 y 2010, y el primer trimestre del año 2011, ha tenido un impacto negativo en la caja del orden de los $250 mil millones. Y fue para esos períodos en donde precisamente se vino incrementando el problema de la oportunidad del pago de los proveedores, porque nosotros tuvimos muy buena opción de obtener fuente de financiación con las entidades financieras, pero a partir de agosto a diciembre de 2008, eso no soportaba mayor endeudamiento, no podíamos seguir recurriendo al crédito bancario, además de que los bancos tampoco tenían capacidad para seguirnos prestando plata, habiendo cupos para este programa, entonces, el endeudamiento que se tenía a esa fecha se frenó y, al frenarse el aumento de los créditos bancarios, nos vimos precisados a tratar de darles un manejo a las cuentas por pagar a los proveedores. De allí se deriva realmente la situación.
La Superintendencia de Salud encontró más de 8.000 cheques girados por $271 mil millones que nunca fueron pagados, ¿qué pasó?
Era una práctica que tenía la tesorería de la empresa, que era que en el momento en que se iba a vencer la cuenta giraba el cheque y si había disponibilidad se entregaba, y, si no había disponibilidad de recursos en el banco, no se entregaba.
Las autoridades también han detectado que ustedes tienen bienes en Suiza, México, Dubai o Panamá, ¿es eso cierto?
Ni en Suiza ni en Dubai tenemos absolutamente nada, eso es un absurdo total. SaludCoop no tiene nada que ver con esos países. SaludCoop sí posee inversiones en el extranjero y esta es una discusión que viene desde hace mucho tiempo. Las inversiones en el exterior están por un lado en Ciudad de México, que es una empresa de medicina prepagada que se hizo hace bastantes años, otra empresa de medicina prepagada en Ecuador y en la práctica esas son las dos únicas compañías de salud en el exterior. Y, por otro lado, hay unas sociedades en Chile. Entonces, las sociedades en Chile, que son cinco, se constituyeron con el único propósito de hacer la compra de la EPS Cruz Blanca en el año 2001, porque los dueños de esa empresa, ING de Holanda, ese grupo decidió que quería vender en Chile y no en Colombia, entonces por eso se hizo la operación allá. Pero esa sociedad no tiene ninguna operación más que ser las tenedoras de la propiedad de Cruz Blanca EPS. Tanto las inversiones en Ecuador, México y Chile, para el año 2004, fueron investigadas y esa investigación la adelantó en primera instancia la Superintendencia Nacional de Salud, que investigó de dónde habían salido los recursos para esas inversiones, en especial para la compra no solamente de la EPS Cruz Blanca, sino de la EPS Cafesalud, la que se adquirió en el año 2003. Para esa época se demostró claramente que la fuente no eran recursos parafiscales, sino que eran dineros que habían salido de las entidades financieras y otros. La investigación de la Superintendencia sobre este tema incluso fue llevada a otros organismos como la Fiscalía, la Contraloría y la Procuraduría, y todos, luego de hacer sus peritajes e investigaciones, concluyeron que esas inversiones en el exterior eran legales, que no había desviación de recursos y que estaban autorizadas. Y aquí hay un punto muy importante para aclarar, y es que para realizar esas inversiones en el exterior la EPS solicitó a la Superintendencia Nacional de Salud la aprobación de su reforma de estatutos con el propósito de poder hacer las inversiones en el exterior. Esa reforma estatutaria fue aprobada por la Superintendencia. No existe ninguna otra cosa especial en cuanto a inversiones en el exterior y no existe el interés de constituir empresas en el exterior para ningún otro propósito, como que alguien pueda pensar que se hicieron para sacar recursos del país. Cualquiera puede solicitar investigación de esas empresas para que vea la transparencia con que se han manejado esos recursos.
¿La gente se pregunta de quién en SaludCoop?
Es un organismo cooperativo de segundo grado y sus entidades asociadas son cooperativas muy serias del país, entre ellas La Equidad Seguros, con 40 años de tradición que en su momento fue la promotora de la creación de la EPS. A esta iniciativa de La Equidad se unieron cooperativas como la de Profesores de la Universidad Nacional, la Cooperativa de Avianca, la Cooperativa Nacional de Odontólogos, la Cooperativa de Odontólogos de Antioquia, en un momento estuvo la Cooperativa de Médicos de Antioquia, la financiera Coomultrasán, Coomultrasán Multiactiva, la Cooperativa de Asmedas y la Fundación Escuela de Medicina Juan N. Corpas con su laboratorio Lafarve. También concurrió la Cooperativa de Empleados del ICA, el Fondo de Magisterio del Norte de Santander, entre otras.
Según la visita de la Superintendencia se encontró una cartera de $109 mil millones, pero revisadas las cuentas ésta ascendió realmente a $370 mil millones, ¿qué pasó?
La realidad es que al girar un cheque queda la cuenta como girada y lo que se refleja en el balance es un sobregiro en el banco, que se conoce como un sobregiro contable, pero la cuenta por pagar no aparece. La cartera real en la cual se ha expresado ya obedece a los dos conceptos, a los cheques que estaban pendientes de entregar más la cartera que figuraba, que obviamente no estaba un cheque girado y por eso aparecía como cartera.
Una vez se produjo la intervención de la Supersalud, la Superintendencia de Sociedades anunció investigación, ¿cuál es su opinión?
Allí, como una preocupación de que el grupo SaludCoop, a través de sociedades externas, hacía determinadas operaciones o no. Pero quiero aclarar que SaludCoop en su momento inscribió su condición de grupo empresarial ante la Superintendencia Nacional de Salud y pretendió incluso incluir algunos organismos auxiliares del cooperativismo y entidades sin ánimo de lucro como parte del grupo, pero la misma Superintendencia rechazó la inscripción de esas entidades, porque consideró que no podían formar parte del grupo empresarial las entidades sin ánimo de lucro. De manera que la iniciativa que ahora se plantea en la Superintendencia frente a las sociedades es que se recoja todo, pero partiría de la base de que en su momento la Superintendencia de Salud, para no permitirlo, tuvo un sustento jurídico.
¿Cuántas empresas conforman actualmente el grupo SaludCoop?
Estamos hablando de alrededor de 25 del grupo y hay unas instituciones auxiliares del cooperativismo y de algunas corporaciones que tienen una dependencia directa de control y otras que no. Hay unas cooperativas que tienen su propio consejo de administración que se manejan independientemente.
¿De qué manera se pueden ver afectadas estas 25 compañías y las otras instituciones con la intervención de SaludCoop?
Depende de las decisiones que más adelante puedan tomar los organismos de control respecto a cómo califican esas entidades. Pero todas ellas tenían el propósito de prestarle servicios complementarios a SaludCoop. Es decir, allá, por ejemplo, había algunas que su único propósito era manejar el registro de afiliaciones, o sea, eran las que contactaban a las empresas, las que llenaban las afiliaciones y demás. Esa es una operación que es obligación de la EPS, allí no hay ninguna desviación de recursos. Otras empresas, por ejemplo, como Health Food, que prepara las dietas de los pacientes, o la corporación de Los Pinos, que es un colegio, sobre el cual se ha hablado mucho, un organismo que nació en 2001 y fue una inversión que se hizo con recursos del Fondo de Solidaridad, que por ley tienen que hacer las cooperativas. Estas han sido inversiones cuestionadas en la investigación del año 2004 y que los organismos de control dieron concepto favorable sin ninguna frase en contra.
¿Qué va a pasar con Cafesalud y Cruz Blanca, las otras EPS que conforman el grupo?
No tengo claridad del tema en este momento, pero lo que entiendo es que en este momento la intervención es para SaludCoop, que es la accionista mayoritaria, o sea que éstas dos son filiales. Igual, pienso que la decisión de la Superintendencia podría tener un alcance en esas dos EPS.
¿Usted siente que hay una persecución contra SaludCoop?
La actuación que está adelantando la Superintendencia la encuentro razonable, no así otras actuaciones en el pasado que nosotros sentimos que se hicieron sin fundamento y con una serie de acusaciones e imputaciones que por fortuna la justicia demostró más adelante que no tenían ningún sentido y que por el contario sí afectaron mucho la imagen de la organización.
¿Cuál es el tema de morosidad del Estado en los pagos en el Fosyga?
Nosotros tenemos actualmente por recobros cerca de $270 mil millones que no nos han pagado, más otros $90 mil millones de unidades de pago por capitación UPC en los procesos de compensación. Eso suma cerca de $350 mil millones, que es precisamente lo que ha venido golpeando la caja. Ahora, digo dos cosas: lo primero, si hago el cálculo de lo que está pasando con la operación del POS podemos decir que esa operación es equilibrada, pero dónde se genera el desbalance si hago el cálculo de los ingresos por el no POS y los egresos del no POS, estos últimos son mucho más altos que los ingresos y, por lo tanto, es allí donde se genera el desfase de caja. Yo presento un millón de pesos de recobro y me desglosan $200 mil, entonces allí va quedando un rezago casi todos los meses que acumulados da esa cifra. Algunas cosas que no nos han pagado son del curso normal, que seguramente las pagarán más adelante, pero el promedio es cinco meses de caja que se requiere para estar manejando esa situación y otras que están glosadas, que para que nos las paguen tenemos que recurrir ante un proceso en el contencioso que realmente es un imposible. Las demoras allí son supremamente largas y se vuelve muy difícil recuperar esos recursos. Hay discusiones en esas glosas que se llaman la zona gris. Es tan clara la discusión de la zona gris, que no era totalmente razonable que el Estado lo hubiera glosado. Hace un año, más o menos, se firmó un acuerdo con el Ministerio de la Protección Social, en el que todas esas partidas que ellos consideraban que no estaban en el POS y que nosotros por el contrario considerábamos que sí se negociaron y firmamos un acuerdo que consistía en que nos iban a pagar una proporción de todo eso y zanjábamos la discusión. Ese es un reconocimiento a que sí hay una discusión respecto a la validez de reclamos por parte de las EPS.
Se habla también de una sobrefacturación en el tema de medicamentos cercana a $800 mil millones.
Eso es absurdo. Eso nace de una información que se remitió errada al Ministerio de la Protección Social, que la envió a su vez a la Universidad Nacional y se hace un análisis de unas partidas equivocadas. Entonces esa información después fue corregida, pero al margen de la discusión de si la estadística que se sacó al respecto era correcta o no, digo que es muy fácil validar la imagen de la factura del laboratorio con la imagen de lo que se recibió como imagen del costo de la EPS, y si hay alguna diferencia, habría que explicarla, pero no la hay. En lo que es la facturación de medicamentos POS y respecto a la información que se remitió no tenemos ninguna sobrefacturación.
¿Usted comparte la apreciación de que los fallos de la justicia ordenando procedimientos no POS fueron los que afectaron el modelo de salud?
Totalmente. Terminaron de alguna manera una parte de los fallos de los jueces diciéndole a la EPS cómo tenían que manejar a los pacientes y qué tenía que darles. Eso gradualmente vino aumentando la demanda de insumos y medicamentos, y hay un tema que me parece muy importante mencionar, y es que la Sentencia T-760 de la Corte Constitucional digamos que puso mayor presión sobre esas demandas de los usuarios a las EPS y, de paso, a los médicos y las clínicas.
El grupo SaludCoop es cerca del 30% del sistema, ¿no le preocupa que con la intervención pueda colapsar?
La problemática que tiene la entidad no es tan delicada al punto de que no pueda ser superada. Es un problema de caja de $250 mil millones. La operación mensual de esta EPS es de $200 mil millones. Es decir, que estamos hablando de cerca de 40 días de operación que habría que refinanciar en plazos largos para poder superar la situación. Además, se tiene el respaldo en activos, lo que pueden salir a titularizarse o negociarse, o sea que no se va a administrar una entidad que está al borde del colapso.
¿Cuál es la situación patrimonial de la empresa?
El patrimonio del grupo es del orden de los $530 mil millones y tiene activos por una cifra similar que podrían servir para hacer negociaciones y generar caja.
¿No cree usted que se ha equivocado en el manejo del grupo empresarial?
La equivocación no deriva propiamente de un error de administración y creo que podemos recurrir incluso al informe de la misma visita de la Superintendencia. Si alguien lee ese informe encuentra que desde el punto de vista de la operación, y en especial del servicio a los usuarios, hay unos calificativos muy buenos para SaludCoop. Pero el calificativo malo está en la parte de su liquidez, en el problema de caja. Hay que insistir que éste es derivado por la demanda del CTC (Comité Técnico Científico) y las tutelas.
¿En este momento difícil ha sentido la soledad del poder?
Un día me reuní con personas que me celebraban un cumpleaños y les decía, mientras uno está arriba debe ser consciente de que tiene muchos amigos. El día que no está arriba serán pocos, muy pocos, pero esos sí son los verdaderos amigos.
¿Por qué usted es visto públicamente como el malo del sector salud?
Hay muchas personas que me conocen y piensan lo contrario. Lo que digo es que como esta es una actividad económica existen conflictos de intereses que llevan a quienes pueden eventualmente sentir afectados sus intereses a tomar cierta agresividad contra la organización. Razonable. Todo el mundo está en su derecho de defender sus espacios y eso ocurre en cualquier mercado.
Tal vez la principal controversia frente a usted es que ha mezclado sus intereses personales con los negocios de SaludCoop, ¿es así?
La mayor referencia a ese tema es Villa Valeria. Allí lo que se hizo fue promover un proyecto al que se unieron muchos inversionistas, muchos de ellos del sector salud, cercanos, conocidos, porque es el medio en el que me muevo, pero Villa Valeria no es de mi propiedad ni tampoco se construyó con los recursos de SaludCoop.
Entonces, ¿cómo se construyó Villa Valeria?
La parte del hotel que tiene unas suites o unas habitaciones, el inversionista compraba esa suite y esa caja que él proveía era la que se utilizaba para hacer el desarrollo urbanístico.
¿Cuántos son los socios actualmente de Villa Valeria?
Estamos hablando de cerca de 180 inversionistas.
También se ha conocido que usted tiene empresas en el exterior con algunos familiares.
En el momento no tengo ninguna inversión en el exterior. Quiero aclarar que en algún momento entramos a una empresa de medicina prepagada en Panamá con uno de mis hijos como socios minoritarios y socios industriales. No pusimos capital. Esta se llama Medisalud. Posteriormente el socio nuestro se quedó con nuestras acciones, él a su vez tenía una participación en el proyecto de Villa Valeria y esa proporción nos la cedió. Es decir, que hubo un intercambio de participaciones.
¿Usted le puede garantizar al país que sus negocios e inversiones personales nunca fueron adquiridos con recursos públicos de la salud o de SaludCoop?
Garantizado. La gente que hizo inversiones allá fue la que puso los recursos para el desarrollo de los proyectos.
También se habla de otras inversiones en unas fiducias.
Son operaciones de factoring muy sencillas, precisamente para pagar las facturas de las IPS.
¿Qué explicación da a unos correos que se conocieron en donde usted le dice a un directivo de SaludCoop que se destruyera una información?
De ese correo en particular no he podido determinar cuál fue el contexto. Pero obviamente hay mucha información que la organización tiene que proteger y no necesariamente con el propósito de ocultar cosas.
Se habla además de un presunto desvío de recursos por $608 mil millones en edificios.
No hay desvío. Son unas inversiones. Y como ya se ha reiterado, han sido avaladas e investigadas por todos los organismos de control. Es más, el mismo superintendente de Salud actual, en la argumentación para el acuerdo que se firmó en la Procuraduría, que está en discusión en el tribunal, que no sé si se apruebe finalmente, demuestra que sí había legalidad en esas inversiones. Además, estamos hablando que eran cerca de $328 mil millones que no salieron de recursos parafiscales, eso quedó claro.
¿Cómo es el tema del patrocinio al equipo de fútbol Seguros La Equidad?
Lo hemos hecho durante muchos años, está en la Ley 100 en uno de sus artículos, está en el Decreto 1485 de 1994, está permitido y según la norma equivale a una suma autorizada cercana a los $60 mil millones, pero jamás nos gastamos esa cifra en publicidad. Además, existen conceptos del Ministerio de Hacienda que la permiten. El tema se ha satanizado y puede obedecer a desconocimiento de las normas.
También se habla de su relación con algunos políticos y la financiación de campañas, ¿cuál es la realidad?
Aportamos recursos a algunos partidos políticos, no recuerdo si SaludCoop a alguna otra organización. Eso sí se ha hecho.
El superintendente de Salud dijo que la intervención debió hacerse en 2009, ¿qué opina?
No conozco el fundamento de su pronunciamiento, pero si estamos hablando de la misma circunstancia que motivó la intervención del jueves, es posible que así sea.
El problema es de liquidez y el Gobierno anunció que el lunes le inyectarán a SaludCoop nuevos recursos de compensación y recobros del Fosyga, ¿cómo lo interpreta?
Es curioso, porque nosotros estuvimos insistiendo en que nos ayudaran con una compensación extraordinaria porque no había caja y creo que lo que pasa es que la situación de SaludCoop hace más conciencia de la problemática de caja de las EPS y estimula a que se tome una decisión sobre el particular.
Entonces, ¿cree que la intervención fue apresurada?
Pienso que se nos pudo dar una oportunidad de explicar el caso y de revertir la situación de caja de la entidad. Igual, insisto que nosotros no pudimos arreglarla en estos años, 2009 y 2010, en particular en ese año, porque había mucha prevención contra SaludCoop por todo lo que ocurrió con las investigaciones de la Superintendencia anterior, eso a todo el mundo lo previene. Entonces, una situación en ese estado de interinidad difícilmente puede encontrar una solución de iliquidez. Pero esto puede ser hasta positivo, porque de todas maneras el Estado tiene que darle solución a lo no POS, porque el problema se puede solucionar ahorita, pero dentro de pocos meses va a volver a encontrar nuevos problemas de caja.
¿Cómo se siente después de la intervención?
Tengo más fortaleza que antes, porque me siento como liberado de la responsabilidad de la protección de una organización, porque ya estoy actuando a título personal y no institucional. Vamos a tratar de buscar que haya mucha claridad sobre todos estos hechos. Pero también SaludCoop, sin lugar a dudas, es un proyecto que demostró que sí se pueden hacer bien las cosas en salud y salvo esta problemática del no POS, la institución hubiera continuado funcionando normalmente. Estoy seguro y me gustaría que lo verificaran, cuál es la situación de las otras EPS, qué está pasando con su liquidez, están golpeadas o no por el tema del no POS, porque tengo la certeza de que sí.
Una vez se conoce de la intervención Acemi, el gremio de las EPS, los expulsa, ¿qué opina de ello?
Es una decisión que nosotros respetamos, pero no compartimos. Al respecto me informaron que sus estatutos decían que una entidad que fuera intervenida inmediatamente tenía que ser excluida del gremio.
¿Qué le pide al Gobierno frente a esta intervención?
Pido objetividad, prudencia y razonabilidad en la información que se comparte, porque salen muchas cosas que no tienen asidero en la realidad. Pienso que un derecho que tienen las personas y las instituciones es a proteger su honra y mientras no sea resuelta una investigación y se comprueban unos hechos, si es que existen, no deberían ocurrir estas cosas. Por ejemplo, el tema de los supuestos sobrecostos de medicamentos no POS, lo cual es un absurdo y no ocurre en la organización. Realmente hay mucha desinformación.
¿Qué les dice a los usuarios de SaludCoop?
Que pueden estar absolutamente tranquilos. Cuando me retiré de la entidad tuve una charla con los trabajadores y les dije que siguieran adelante y les reiteré que como siempre nuestra mayor responsabilidad social son los usuarios y que ahora más que nunca tienen que esforzarse por garantizar el buen servicio.
¿En muchos círculos se dice que usted es una persona soberbia que no acepta críticas o recomendaciones, y eso derivó esta situación?
No creo ser una persona soberbia, quienes me conocen saben que soy más humilde de lo que la gente se imagina. Lamentablemente la institución es muy grande y de pronto lo ven a uno como si fuera un personaje extraño, pero no lo soy, soy una persona del común, vivo con mi familia, ando por un centro comercial y por la calle como cualquier cristiano, no tengo guardaespaldas, no tengo nada especial, no tengo conductor, soy una persona del común, me gusta hacer las cosas simples, me gusta el deporte y hay mucha gente que cuando entraba a mi oficina me decía que me imaginaban como una persona diferente. Pero esas cosas me alegran, porque no tengo ese carácter, nunca he sido prepotente ni soberbio.
¿Siente que tiene muchos enemigos?
Siento que hay ataques, que hay enemigos, pero a mí no me queda frente a toda esta crisis sino la esperanza de que la justicia obre adecuadamente, y que la transparencia y dedicación con que hemos manejado estos temas nos defiendan por sí mismos.
En algunos círculos se dice que su gran enemigo fue el industrial Fabio Echeverry, ¿lo ve así?
No entraría a calificar a nadie como mi gran enemigo. Insisto y sé que hay personas que el desarrollo de la organización no les ha favorecido o no les ha sido de su conveniencia, y que están en su derecho de proteger sus intereses, que deben ser más condescendientes, menos agresivas, porque hay que respetar ciertas cosas que son difíciles en una sociedad como la nuestra.
¿En estos cerca de 15 años por qué mantuvo tan bajo su perfil y hasta ahora rompe su silencio?
Las EPS hemos tenido muchas presiones desde hace tiempo. Casi desde que nació la Ley 100. Presiones de toda índole. Alguna vez un presidente de una EPS se atrevió a decir en un medio de comunicación que las EPS no podíamos hablar, porque al otro día nos la cobraban. Eso sentimos todos. Hay mucha desinformación. Dicen, por ejemplo, que las EPS tienen grandes utilidades, que SaludCoop está haciendo unos grandes negocios. Fíjese que la gente ignora que SaludCoop es una entidad sin ánimo de lucro. Ninguna de las empresas del grupo están hechas para algo diferente de prestar servicios de salud o para el complemento de esos servicios, aunque hay gente que dice lo contrario. Eso lo sabe la Superintendencia de Salud, que las dueñas de SaludCoop son las cooperativas asociadas que no pueden disponer de nada de la institución. Quiero decir que la EPS que más le llega a la gente pobre de este país es SaludCoop. No sé qué hubiera sido de ellos si SaludCoop no hubiera existido. Quite usted las clínicas de SaludCoop para ver qué piensan las personas que han sido atendidas en esas clínicas. Creo que habría dificultades con ellos.
¿Cuál cree entonces que fue su pecado en toda esta situación?
Creo que estuvo en esta última actuación, que no tuvimos una inteligencia para administrar esta situación de falta de caja en estos últimos meses. Pero aclaro que buscamos la liquidez necesaria para cubrir esa cartera, pero como teníamos tantas situaciones negativas que se mencionaban en los medios de comunicación, todo el mundo estaba prevenido y el sector financiero no aprobó más crédito. En otro escenario hubiese podido conseguir más crédito, pero el tema no POS mes a mes hubiese seguido y sería un arreglo temporal, al año estaríamos en una situación similar.
¿Entonces usted cree que el modelo de la Ley 100 se tiene que replantear?
Es muy sencillo arreglar la Ley 100, o por lo menos el modelo. Es recalcular la UPC, redefinir el POS para incluir por lo menos lo que está en el no POS, redefinir su mecanismo de financiación y continuar adelante, porque insisto en que la crisis del sector salud es financiera, pero no es una de servicios. Los usuarios están recibiendo buenos servicios a pesar de lo que otros quieran decir, pero si estuviéramos dando mal servicio tendríamos las manifestaciones de los usuarios diciendo que los servicios de las EPS son muy malos y eso no es así. La semana pasada hubo una supuesta manifestación de usuarios y ya pasó.
Sin embargo, en los últimos días se han conocido algunos casos de mal servicio en SaludCoop.
Creo que la operación continúa normal, no ha pasado nada. Lo único que retiraron fue al presidente, porque esa es una estructura con procesos perfectamente definidos, en un proceso de sistemas de información reconocido como el mejor para la prestación del aseguramiento del servicio de salud. Eso no afecta al usuario en lo más mínimo.
¿Se siente víctima del éxito?
No quiero sentirme víctima en este momento. Creo que se están cometiendo muchas injusticias.
¿Y cuáles son esas injusticias?
Esta organización ha tenido muchos beneficios, en especial para la población. El manejo del recurso de la salud no pudo estar en mejores manos. Ahí está el patrimonio de SaludCoop, que no le pertenece a nadie, es de la comunidad, nadie puede disponer de él. De manera que si alguien puede decirme que ha hecho antes en el pasado para este país, que lo diga, pero creo que no existe.
Este es un golpe duro para el sector cooperativo y beneficia al sector privado.
Es un golpe para el sector cooperativo. Que si es en beneficio del sector privado, no me atrevo a hacer esas afirmaciones. Cada quien con su conciencia.
¿Cuál es realmente su historia personal?
Nací en Líbano (Tolima). Tengo 56 años, empecé a trabajar desde que terminé el bachillerato. Lo hacía de día y estudiaba de noche. Siempre me gustó estudiar las áreas matemáticas, por eso soy actuario y experto en sistemas de información. Quise estudiar química, pero no aprobé en la Universidad Nacional, entonces me tocó matemáticas en la Universidad Santo Tomás.
¿Cuál fue su primer trabajo?
A los veinte años empecé en Seguros La Equidad como auxiliar. Luego estudié, progresé en la empresa y llegué a ser vicepresidente y hasta presidente encargado de la mano de Julio Medrano.
¿Y cómo llega a SaludCoop?
En 1991 hice un estudio actuarial para la creación de una empresa de medicina prepagada de propiedad del cooperativismo, pero no hubo viabilidad porque las personas del cooperativismo son de ingresos medios y bajos, y no tenían cómo pagar un plan complementario de salud. Pero luego apareció la Ley 100 de 1993, ya no trabajaba en la Equidad, y su presidente me llamó para que retomáramos el estudio con la posibilidad de crear una EPS y para conseguir los socios asumí como presidente.
¿Cómo hizo para que la empresa se convirtiera en una de las más grandes del país?
Diseñando un modelo de servicio. Más que un modelo de negocio, fue un modelo de calidad a través de pequeñas IPS con unos servicios básicos fundamentales, pero que representaban el 80% de servicios de una persona y lo fuimos replicando con mucho éxito y opinión de la gente. Empezamos a crecer, el modelo era como muy portátil. Si se llenaba la IPS construíamos otra, igual en los municipios, fuimos evolucionando hacia una infraestructura propia más grande, a clínicas pequeñas, luego a clínicas grandes y así fue creciendo la entidad, fue más por servicio. Pero hubo otro asunto y es que todas las EPS nacieron con ascendente en Bogotá, Medellín y Cali, pero nosotros nos fuimos a otras ciudades y eso nos dio un buen impulso. Luego, tal vez hacia 1998, hubo una gran crisis con el Seguro Social, de donde mucha gente se retiró, entonces nosotros recibimos muchos de esos afiliados, en ese momento crecimos mucho.
¿Qué lo llevó a internacionalizar la empresa?
Cuando empezó todo el tema de apertura de mercados y todo el mundo quería hacer presencia en otros países, aprovechamos esas circunstancias. Entonces se pensó que con el prestigio de la empresa que daba el esquema de prestación con el POS, se podía incursionar en otros países, porque eran sistemas poco versátiles, con limitaciones de servicios para los usuarios y costosos, entonces replicamos el modelo del POS a uno de medicina prepagada en el exterior.
Cuando usted constituyó la empresa hace más de 15 años, ¿pensó que iba a crecer tanto?
Pensamos que íbamos a tener muy buenas posibilidades de crecimiento, pero realmente no tanto. Y hay que decir que la crisis del Seguro Social nos hizo crecer mucho.
Cuando usted se notificó el jueves de la resolución que ordenó la intervención de SaludCoop y de separarlo del cargo, ¿cómo lo asumió?
No deja de ser un golpe duro, un golpe triste, pero tenga la certeza de que la organización tiene muchas fortalezas y que es una decisión muy simple la que hay que tomar para poder sacarla adelante. Sé que las personas que van a manejar la organización durante estos días pueden encontrar las vías para conseguir la liquidez, que no es mucha, que se requiere, estamos hablando de $250 mil millones. Para muchos suena como un valor grande, pero para el tamaño de esta organización no lo es, porque esta cifra son apenas 40 días de operación, que se pueden diferir en un buen plazo. Si se lograra que el no POS no siguiera castigando tanto la caja, se podría obtener un flujo de caja estable.
Si se solucionara esta situación, ¿usted volvería a dirigir el grupo?
Creo que ya se cerró un capítulo. Tengo muchísimo interés en que la organización pueda volver al cooperativismo, al gremio que le pertenece, pero sinceramente pienso que ya cerré el capítulo.
El Gobierno ha dicho que le va a inyectar recursos a SaludCoop, entonces, ¿quién quedaría como propietario?
No tengo idea qué han pensado hacer ellos para ese propósito. Es un organismo cooperativo, al menos que por decisión del Estado se convierta en otro tipo de sociedad. No es fácil un proceso de capitalización, a menos que haya como una figura de créditos del Estado para darle liquidez, ya depende de éste realmente.
Salió de SaludCoop, ¿a qué se va a dedicar?
Vamos a ver. Como todas las personas que hemos sido empleados por mucho tiempo, pues a buscar nuestras actividades personales y a tratar de desarrollar cosas propias.
No le preocupa a usted que en el futuro la Fiscalía o la Contraloría tomen decisiones en su contra.
Me preocupa, pero tendré que afrontar todas esas situaciones con fortaleza.
¿Cuál es el mensaje fundamental que le manda al país luego de esta intervención?
Espero que haya una racionalidad en todas las actuaciones del Estado. Que las cooperativas asociadas, los directivos y la administración de la entidad actuaron de la mejor manera, con buena fe y sólo hechos como las presiones de caja lo llevaron a tener las complicaciones conocidas.
¿Cómo ha recibido su familia esta situación?
Es una situación supremamente dura. Sin embargo, en estas circunstancias la familia tiende a unirse y eso es lo que ha ocurrido. He tratado de ser muy honesto con ella y solamente pedirle constancia frente a los hechos.
¿Cómo está hoy Carlos Palacino?
Golpeado, pero tratando de fortalecerme para salir adelante.
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