martes, 17 de febrero de 2009

LA CARTA DE FENALCO

QUE SAN SIMON NOS AYUDE
Según los pocos conocimientos que nosotros tenemos de San Simón nos atrevemos a decir que fue un santo que nació en Inglaterra y vivió entre los años 1200 y 1270. A mediados del siglo XIV le aplicaron el sobrenombre de San Simón Stock. A los que habitamos el Área Metropolitana de Cúcuta nos parece bien curioso el sobrenombre, por cierta coincidencia, pero ya que tenemos que nombrarlo y recordarlo todos los días es bueno invocar su ayuda para que la concesionaria que lleva su nombre nos hable con toda franqueza sobre la terminación de las obras que piensa empezar.
A raíz de nuestras dudas por el anuncio de inicio de obras en la Autopista a San Antonio, se puede decir que palo porque bogas y palo porque no bogas, pero no vamos a callarnos por el anuncio de unas obras que se pueden convertir en un martirio por su lentitud. Diferente sería la situación si hubiera habido una inversión y luego se hubiera empezado a recuperar lo invertido. Como ejemplo está la construcción de los centros comerciales que siendo obras de tanto cuidado en cálculos estructurales, diseño arquitectónico, y decoración fueron construidos en menos de un año. Menos tiempo de lo que la concesionaria ha gastado en hacer unas casetas para su propia comodidad.
Como punto de referencia podemos tener la ampliación de la carrera 21 en Bucaramanga hace 14 años, podemos imaginar los problemas con los propietarios vecinos, la cantidad de redes de todos los servicios públicos y en fin las complicaciones en una vía tan céntrica. La ampliación fue hecha por un ingeniero egresado de la universidad Francisco de Paula Santander, muy cucuteño él aunque no de nacimiento. Esta avenida se amplió de 7 metros de ancho a 10.5 metros, habiendo sido entregada totalmente pavimentada y demarcada en un período de 6 meses. La obra costó 550 millones de pesos de esa época y su pavimento se encuentra hoy en perfectas condiciones hoy después tanto uso.
Tenemos que admitir que no hay ninguna presión de carácter económico que incentive la terminación de las obras porque con obras o sin obras San Simón está recolectando unos dineros que no tiene afán en invertir. No tiene riesgo de perder solo de ganar.
La sensación que tenemos es que estamos en manos de una concesionaria que ha demostrado total indiferencia ante las quejas de la comunidad y con un contrato que lo ampara para trabajar al paso que se le antoje.
Con todo respeto sugerimos a los Alcaldes de Cúcuta y Villa del Rosario y a sus honorables Concejales ayudarnos a despejar todas estas dudas, pues dada la autoridad legal y moral que encierran dichas instituciones gubernamentales pueden obtener de la concesionaria un compromiso que satisfaga a la comunidad.
Siendo así dejaremos los rezos a San Simón Stock para cosas menos terrenales.

FENALCO-RODOLFO MORA MORA, Presidente Junta Directiva
San José de Cúcuta, 17 de febrero de 2009

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