lunes, 29 de noviembre de 2010
ADIÓS PERIODISTA GUSTAVO ROJAS PÉREZ
Sesenta y tres años de su vida los dedicó Gustavo Rojas Pérez a los medios de comunicación, en Norte de Santander. Hasta el último día de existencia estuvo metido en el mundo de las noticias.
Se le recuerda por la versatilidad en Diario de La Frontera. Era periodista y reportero gráfico formado en la escuela de la experiencia. Siempre reconoció a Luis Parra Bolívar como su maestro y mentor.
Nació en tierras pamplonesas el 5 de marzo 1935. Cargaba en la billetera la Tarjeta de Periodista No. 029, expedida por el Ministerio de Educación Nacional.
Su pasión por el ciclismo lo llevó a recorrer el territorio nacional. Él mismo escribió en La Opinión una crónica sobre su incursión en el mundo de las bielas.
-El 7 de junio de 1956, cuatro jóvenes ilusos, pero orgullosos de vestir la camiseta roja y negra, los colores de Norte de Santander, se alinearon en el Parque San Francisco de Bucaramanga, para emprender la odisea de enfrentar la orografía, las planicies y los terrenos quebrados de la geografía colombiana (…), reseñó el 13 de agosto de 2006 en el artículo ‘Pedalazos de 50 años’.
Douglas Superlano, de Cúcuta; Guillermo Rivera, de Bochalema; Gustavo Rojas Pérez, de Pamplona, y Hernando ‘Tribilín’ Barbosa, de Ocaña, se aventuraron en la Vuelta a Colombia. Rojas volvió en otras tres oportunidades.
Al devolver el tiempo para referenciar su recorrido como comunicador, salta a la vista que inició muy joven en oficios relacionados. En los periódicos ‘Sagitario’ y ‘Hoy’ laboró como ayudante de linotipista.
Ligia Echeverría, antigua propietaria del desaparecido Diario La Frontera recordó la vinculación del muchacho pamplonés, de 12 años, quien aprendió a levantar textos en tipo suelto.
De cajista pasó a prensista. El ángel que lo conduciría hasta convertirlo en periodista fue Parra Bolívar. Él y doña Ligia se convirtieron en sus segundos padres.
“Parra tomó a Gustavo como un hijo. Lo empezó a formar. Le pagó el estudio porque vio que era inteligente y vivo”, dijo ayer la señora Echeverría desde el lecho de enferma.
Entristecida por el súbito fallecimiento de quien ‘consideró su mano derecha’ en el periódico conservador, relató el proceso de aprendizaje que le permitió a Rojas Pérez dar el salto a la redacción.
“Parra vio la aptitud de Gustavo quien tenía el deseo de aprender periodismo. Entonces, lo primero que hizo fue enseñarle a escribir en máquina”.
Luego, según los detalles que se le vinieron a la cabeza, el entonces director lo instruyó en lo relacionado con la redacción de noticias, la ética y la orientación de las informaciones. También aprendió lo relacionado con la fotografía.
“Yo le decía todero”, destacó Ligia Echeverría sobre las capacidades de Gustavo Rojas, quien fuera redactor, jefe de redacción y director encargado del diario que funcionó en la calle 14 entre avenidas tercera y cuarta, de Cúcuta.
El trajinar por los caminos de la comunicación social lo llevaron a desempeñarse como corresponsal de El Espectador, en Norte de Santander.
En la radio, manejó en la Voz de La Gran Colombia, en el noticiero ‘El Tribunal del Pueblo’.
Estuvo al frente de la Secretaría de Prensa de la Alcaldía de Cúcuta durante la administración de José Gélvez Albarracín.
En el campo gremial, se afilió al Colegio Nacional de Periodistas, seccional Norte de Santander, del cual fue presidente, y estuvo vinculado al antiguo Cicrodeportes, reveló Eduardo Jaimes, quien hoy emitirá una reciente entrevista.
Cuando era candidato, el presidente Juan Manuel Santos visitó La Opinión, y en la sala de redacción saludó a Gustavo Rojas Pérez.
El 24 de abril del 2000, Gustavo Rojas Pérez entró a hacer parte de la planta de periodistas de La Opinión.
Cubrió hechos relacionados con las áreas judicial, económica y política, al igual que noticias referentes a Cúcuta y Norte de Santander.
El pasado sábado quedó marcado como el último día de brega periodística de Rojas Pérez, quien ayer (domingo) en la mañana, a los 75 años, dejó de existir.
En la página segunda consignó las noticias locales tituladas: “Faltan 242 artículos para aprobar”, “Viceministro viene a Cúcuta” y “Presentaron programa Policía Cívica Juvenil en el AMC de Cúcuta”.
Intempestivamente, Rojas Pérez se enfermó en la madrugada del domingo. Recibió atención en la clínica Santa Ana. Como al regresar a la casa, su estado empeoró, los familiares lo volvieron a llevar al médico, pero no pudieron salvarlo.
Le sobreviven su esposa Marta Cecilia Garavito y sus hijos Gustavo, Jhon, Ivonne y Marta a quien inculcó el amor por la reportería gráfica.
Los compañeros del periódico quedaron compungidos con la desaparición del veterano periodista. “Estaba donde el matasanos”, les dijo jocosamente el 27 de noviembre, mostrándoles la bolsa de medicamentos. Esa noche se le vio salir sonriente y hasta ayudó a desconectar las luces del pesebre de la sala de redacción.
El cadáver de Gustavo Rojas Pérez permanece en cámara ardiente en la sala 3 de Velaciones Los Olivos.
Este lunes en la tarde, a las 3:00, se oficiará la misa en la Iglesia María Auxiliadora y posteriormente recibirá cristiana sepultura en Jardines La Esperanza.
Paz en su tumba.
Tomado Periódico LA OPINIÓN
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