lunes, 31 de enero de 2011
LA CARTA DE FENALCO
LOS MUERTOS AL CEMENTERIO Y LOS TRABAJADORES A LA CALLE
Son muy duras estas palabras pero encierran la tragedia de los familiares de los muertos en la mina La Preciosa en Sardinata, la tragedia de los compañeros de trabajo, lo mismo que la de sus colegas en la zona del Norte de Santander.
Nuestras condolencias a los familiares de los mineros fallecidos, a sus compañeros de trabajo y a los empresarios propietarios de la mina. Nos unimos al dolor de las gentes de Sardinata y al dolor que nos embarga a todos los habitantes de la región.
Como dijo el Presidente Santos, “esto no ha debido pasar” ni debe volver a pasar. No hay alternativa distinta a cerrar toda explotación que no cuente con los requisitos para la seguridad de los carboneros hasta en los más mínimos detalles. Una medida de estas deja satisfecha la conciencia de quienes dictan la norma y de quienes la creemos apenas justa ante el dolor por la muerte de quienes perdieron la vida consiguiendo el sustento diario para sus seres queridos en la profundidad de los socavones.
El drama de los que quedan sin sustento por el cierre de sus fuentes de trabajo, no hiere tanto la sensibilidad y no da la vuelta al mundo como noticia. Serán los EX empleados de las minas, junto con los EX empleados de la arcilla, los EX empleados de la caña y tantos EX empleados que en esta zona de frontera esperan que den fruto las promesas de las muchas cosas que se van a hacer para que seamos integrados al desarrollo del país y nuevamente despegue la economía regional destruida por fenómenos en los cuales no tuvimos injerencia los habitantes de frontera.
Por diferentes motivos, las fuentes de trabajo del Norte de Santander, van despareciendo y lo que el Presidente actual calificó de desastre económico cuando era candidato, hoy se va convirtiendo en tragedia.
No estamos pidiendo ablandamiento en las medidas de seguridad, ni que se baje la guardia en la lucha contra la minería ilegal; estamos haciendo eco a las palabras de la Alcaldesa de Sardinata cuando advierte que de los 25.000 habitantes que conforman la población de su municipio, el 70% vive del carbón. Y esto es solo Sardinata. No podemos mirar impávidos como se va conformando un verdadero ejército de desempleados. No hay más alternativa que estar muy vigilantes con los mineros del carbón pero recordamos que no se les ha querido dotar de vías para sacar el producto a los puertos colombianos; que Venezuela está permitiendo el paso de este producto por su territorio pero como país soberano puede en cualquier momento suspender dicho tránsito.
No podemos desconocer que la minería del carbón ocupa una gran proporción de la mano de obra activa en nuestro departamento, y si no se buscan los medios para que estos mineros sean competitivos al tiempo que ofrecen la máxima seguridad a sus trabajadores, van a tener que desaparecer con las consecuencias ya previstas para la gente que basa su sustento en la economía del carbón.
FENALCO-RODOLFO MORA MORA, Presidente Junta Directiva
San José de Cúcuta, 31 de Enero de 2011
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