Los niños de la escuela El Limoncito y las 70 familias que habitan la zona, los más beneficiados. Estaban aislados hace un año como consecuencia del invierno.
El derecho a la educación de más de 100 niños de la vereda El Limoncito del corregimiento Buena Esperanza fue garantizado por el municipio de Cúcuta que construyó un puente sobre la quebrada La Motilona para unir el territorio veredal con el camino que conduce a la escuela.
Un año atrás a causa del invierno, el anterior puente artesanal fue arrastrado por una crecida de la quebrada. Debido a ello, los habitantes de la zona quedaron aislados del camino principal y para sacar sus productos tenían que arriesgarse a cruzar el cauce de la quebrada. Optaron entonces, por construir un paso peatonal con cuerdas y maderos que representó un riesgo grande para todo aquel que se atrevió a caminar sobre él, especialmente para los niños matriculados en la escuela que tenían que ir todos los días a recibir clases.
La comunidad evidenció ante la Alcaldesa María Eugenia Riascos Rodríguez esa sentida necesidad e inmediatamente la mandataria ordenó a la Secretaría de Infraestructura poner manos a la obra para superar los riesgos que amenazaban con mayor rigor a los niños de la vereda.
El fin de semana la comunidad se reunió nuevamente con la Alcaldesa, pero esta vez para cortar la cinta que daba paso al puente María Eugenia Riascos, como fue bautizado, una estructura metálica y segura que garantiza el paso de de las 70 familias compuestas por 500 personas, que habitan en El Limoncito, una de las 26 veredas, la más antigua de Buena Esperanza.
El puente construido con estructura y lámina de hierro de 30 metros de largo por dos metros de ancho, tuvo una inversión de $60 millones de pesos, aportados por el municipio.
DICHO Y HECHO
El corregidor Rozo Ramírez, destacó la gestión de la Alcaldesa, de la que dijo, hizo una obra en tiempo récord “dicho y hecho”, porque hace un año se llevó el agua el puente y ya la comunidad tiene uno fuerte y seguro. “Una vez se enteró la alcaldesa del grave riesgo que corrían los niños, mandó a los ingenieros y empezaron las obras, con este maravilloso resultado”.
A su voz se unió la de Rodrigo Cáceres, presidente de la Junta de Acción Comunal de El Limoncito, quien manifestó sentir ahora tranquilidad, pues los pequeños que día tras días van a la escuela a estudiar no corren peligro de caer a las aguas de la quebrada. “Que bueno que obras como estas lleguen al sector rural, gracias a Dios, la Alcaldesa siempre ha estado atenta a solucionar nuestras necesidades”, dijo.
La Alcaldesa María Eugenia Riascos, luego de revisar los compromisos del sector rural con los presidentes de las diversas veredas, se comprometió con la construcción de otro puente que presenta deterioro y representa gran peligro para la comunidad, distante a 20 kilómetros de Buena Esperanza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario