TOMADO REVISTA SEMANA
El polémico ex ministro Fernando Londoño Hoyos fue denunciado penalmente por Sandra Castro, coordinadora nacional de la Unidad de Derechos Humanos de la fiscalía general. Pero no se trata de cualquier querella. La fiscal Castro lo acusa de concierto para delinquir agravado pues considera que Londoño y su coequipero en el programa radial ‘La hora de la verdad’, el periodista William Calderón , forman parte de un plan concertado con militares y abogados para obstruir las investigaciones que se adelantan contra miembros de la fuerza pública por falsos positivos.
“El aporte del señor Londoño a la organización criminal es valerse de los medios de comunicación de prensa y su programa de radio para defender las acciones criminales de personas que ya han sido condenadas por la justicia o están siendo objeto de investigación”, afirma Castro en la denuncia que radicó en la dirección nacional de fiscalías el pasado martes.La fiscal soporta tan grave acusación en varios elementos. El primero es la grabación divulgada por el noticiero Noticias Uno (5 de octubre de 2008) en la que se revela una conversación telefónica entre Fernando Londoño y el general Rito Alejo del Río, quien se encuentra detenido y procesado por el asesinato de un campesino que fue decapitado en el Golfo de Urabá. La conversación divulgada por el noticiero contiene charla privada en la que supuestamente se acuerda una estrategia con falsos testigos para favorecer el proceso del general y desprestigiar el trabajo de los fiscales de derechos humanos.
“El aporte del señor Londoño a la organización criminal es valerse de los medios de comunicación de prensa y su programa de radio para defender las acciones criminales de personas que ya han sido condenadas por la justicia o están siendo objeto de investigación”, afirma Castro en la denuncia que radicó en la dirección nacional de fiscalías el pasado martes.La fiscal soporta tan grave acusación en varios elementos. El primero es la grabación divulgada por el noticiero Noticias Uno (5 de octubre de 2008) en la que se revela una conversación telefónica entre Fernando Londoño y el general Rito Alejo del Río, quien se encuentra detenido y procesado por el asesinato de un campesino que fue decapitado en el Golfo de Urabá. La conversación divulgada por el noticiero contiene charla privada en la que supuestamente se acuerda una estrategia con falsos testigos para favorecer el proceso del general y desprestigiar el trabajo de los fiscales de derechos humanos.
La denuncia se soporta también con decenas de columnas publicadas con la firma del ex ministro Londoño en distintos medios impresos del país en las que este hace afirmaciones como esta: “Los fiscales de Derechos Humanos, es decir, de la Unión Patriótica, es decir, de las Farc, hacen su trabajo nauseabundo...”. La fiscal Castro considera que con estas actuaciones el ex ministro ha defendido las acciones de militares investigados por crímenes de lesa humanidad, “ha hecho apología de las conductas realizadas por ellos”, y “ha tratado como delincuentes y guerrilleros no sólo a los fiscales que adelantan las investigaciones sino a otras personas que contribuyen en el esclarecimiento de los hechos desde la fuerza pública”.Sin duda la denuncia de Castro se aproxima al sensible tema de la libertad de expresión que la Constitución de Colombia resguarda como un derecho fundamental.
El asunto es que Fernando Londoño tiene todo el derecho de expresar libremente su opinión tal como lo viene haciendo en su programa matutino así como en sus columnas escritas. Sin embargo la fiscal Castro, como lo afirma en su denuncia, no desconoce estos principios fundamentales de la democracia colombiana. Pero afirma “todos los derechos y libertades tienen límites, uno de ellos es cuando resultan afectados los derechos de otras personas en su dignidad humano y otro cuando se desconocen intereses colectivos como los derechos a conocer la verdad y a que se haga justicia”.
Otra de las aseveraciones recurrentes hechas por el ex ministro Londoño, según Castro, es que ella está impedida para coordinar la Unidad de Derechos Humanos pues en el pasado fue abogada del temido paramilitar Ernesto Baéz. Por esta razón la fiscal entabló otra querella contra Londoño por injuria y anexó la documentación con la que asegura se demuestra que tal afirmación es falsa.Los recursos interpuestos por la fiscal Castro fueron radicados en la dirección nacional de fiscalías el pasado 30 de junio. Ahora este despacho tendrá que revisar el tema y asignar un fiscal que se ocupe del caso.
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