Federico vivía, en un
apartamento con su amiga Karla.
Ante los ojos de la familia de Federico,
Karla y él solo compartían el departamento... nadie podía comprobar otra cosa.
Un día, ---
Federico invita a su madre a
cenar una noche a su departamento
de soltero.
Durante la cena la madre no pudo
quitar su atención en lo hermosa
que era Karla, la compañera de
apartamento de su hijo.
se pregunto si estarían acostándose.
Leyendo a su madre el pensamiento
Federico le dijo:
- Mamá, se lo que estas pensando,
pero te aseguro que Karla y yo solo
somos compañeros de apartamento.
Aproximadamente una semana después, Karla le comento a Federico
que desde el día en que su madre
vino a cenar, no encontraba el cucharón grande de plata para servir las salsas.
Federico contesto que,
conociendo a su madre,
le escribiría una nota y que la dejaria
en un lugar visible en la casa de ella...
Así que se sentó y escribió:
Querida Mamá,
no estoy diciendo que tu tomaste
el cucharón de plata de servir salsas
pero tampoco estoy diciendo que
no lo hicieras, pero el hecho es
que este ha desaparecido desde que tu viniste a cenar a mi departamento.
Con todo cariño Federico.
Unos días mas tarde,
sobre su escritorio Federico encontró
una nota de su madre que decía:
Querido hijo,
no estoy diciendo que te acuestes
con Karla o que no te acuestes con ella, pero el hecho es que si Karla
se acostara en su propia cama,
ya habría encontrado el cucharón
de plata para servir salsas,
que yo puse bajo sus sabanas.
Con todo cariño, Tu Mamá.
MORALEJA:
A LA MAMÁ .... NO LA ENGAÑA NI EL...
viernes, 18 de marzo de 2011
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