Error por el que firmaron más de 5 millones de colombianos
UNA BURRADA “PATEARÍA” EL REFERENDO
Tomado: Redacción Política del ESPACIO
El Congreso no podría corregir el garrafal error que se sometió en el proyecto de acto legislativo, que finalmente rechazaría la Corte Constitucional
Luis Guillermo Giraldo cometió la equivocación de su vida, y por mala redacción ante los cinco millones o más de personas que firmaron la reelección de Uribe por cuatro años más, a partir del año 2010.
Los cinco millones de colombianos aprobaron un proyecto de acto legislativo mal redactado.
¿Dónde estuvo el error?
En el texto decía “reelección”, cuando se habían cumplido dos periodos, de manera que ese tiempo se cumpliría el 7 de agosto. Según esto, tenia que retirarse el presidente Uribe el año entrante, en enero o febrero, para poderse lanzar al periodo de 2010 al 2014. Pero el texto original no lo podían cambiar ya los cinco millones y pico de electores, porque por eso votaron.
El texto original de los cinco millones de firmas que se aprobó en todo el país, que lo miraron esas cinco millones de personas, a quienes se les leyó lo que iban a aprobar dice lo siguiente: “Quien haya ejercido la Presidencia de la República por dos periodos constitucionales, podrá ser elegido para otro periodo. Y han cambiado: “Quien haya sido elegido Presidente de la República por dos periodo podrá tener un nuevo periodo adicional…”
Es decir, los cinco millones y mas votaron un texto y ahora se les quiere cambiar por otro. Eso es ilegal, y mas tratándose de un acto legislativo, que tendrían que variarlo los cinco millones y mas personas que votaron el primer texto. Así de sencillo. El Congreso no le puede cambia. Solo –repetimos- los cinco millones que aprobaron la votación del primer texto.
EL GAZAPO
En esta forma el ex senador Luís Guillermo Giraldo Hurtado cometió no solo un error gramatical grave, sino de repercusión histórica nacional. La Corte Constitucional debe echarlo a rodar por tierra.
Los representantes a la Cámara del sector uribista han hecho toda clase de trapisondas verbales para creerse optimistas de que lo mismo da que sea uno que sean tres. En términos mas elementales, se trata de un error condenado en la preceptiva literaria –materia de los años de bachillerato- que enseñaba no solo a corregir el lenguaje sino a tratarlo de una manera razonable y lógica.
MÁS DE CONTROVERSIAS
A todo esto se agrega el gran número de controversias que ha tenido el proyecto de reelección presidencial de Uribe. Primero no coincidieron las sumas destinadas a recoger las firmas pasándose en miles de millones de pesos. La Registraduría se puso al frente, pero Luís Guillermo Giraldo salio con otras cifras muy distantes de las iniciales, presentadas por esa entidad.
El ex-senador, no solo se ha quejado contra el ministro del Interior, sino contra los directores de otros partidos como el Conservador y Cambio Radical, que se oponen a la fecha del año 2010 y “trasladan” la controversia para que se fije la reelección en el 2014. Esto ultimo, ante el silencio de jefe del Estado, que no se sabe cuando hará el anuncio respectivo.
UNA BURRADA “PATEARÍA” EL REFERENDO
Tomado: Redacción Política del ESPACIO
El Congreso no podría corregir el garrafal error que se sometió en el proyecto de acto legislativo, que finalmente rechazaría la Corte Constitucional
Luis Guillermo Giraldo cometió la equivocación de su vida, y por mala redacción ante los cinco millones o más de personas que firmaron la reelección de Uribe por cuatro años más, a partir del año 2010.
Los cinco millones de colombianos aprobaron un proyecto de acto legislativo mal redactado.
¿Dónde estuvo el error?
En el texto decía “reelección”, cuando se habían cumplido dos periodos, de manera que ese tiempo se cumpliría el 7 de agosto. Según esto, tenia que retirarse el presidente Uribe el año entrante, en enero o febrero, para poderse lanzar al periodo de 2010 al 2014. Pero el texto original no lo podían cambiar ya los cinco millones y pico de electores, porque por eso votaron.
El texto original de los cinco millones de firmas que se aprobó en todo el país, que lo miraron esas cinco millones de personas, a quienes se les leyó lo que iban a aprobar dice lo siguiente: “Quien haya ejercido la Presidencia de la República por dos periodos constitucionales, podrá ser elegido para otro periodo. Y han cambiado: “Quien haya sido elegido Presidente de la República por dos periodo podrá tener un nuevo periodo adicional…”
Es decir, los cinco millones y mas votaron un texto y ahora se les quiere cambiar por otro. Eso es ilegal, y mas tratándose de un acto legislativo, que tendrían que variarlo los cinco millones y mas personas que votaron el primer texto. Así de sencillo. El Congreso no le puede cambia. Solo –repetimos- los cinco millones que aprobaron la votación del primer texto.
EL GAZAPO
En esta forma el ex senador Luís Guillermo Giraldo Hurtado cometió no solo un error gramatical grave, sino de repercusión histórica nacional. La Corte Constitucional debe echarlo a rodar por tierra.
Los representantes a la Cámara del sector uribista han hecho toda clase de trapisondas verbales para creerse optimistas de que lo mismo da que sea uno que sean tres. En términos mas elementales, se trata de un error condenado en la preceptiva literaria –materia de los años de bachillerato- que enseñaba no solo a corregir el lenguaje sino a tratarlo de una manera razonable y lógica.
MÁS DE CONTROVERSIAS
A todo esto se agrega el gran número de controversias que ha tenido el proyecto de reelección presidencial de Uribe. Primero no coincidieron las sumas destinadas a recoger las firmas pasándose en miles de millones de pesos. La Registraduría se puso al frente, pero Luís Guillermo Giraldo salio con otras cifras muy distantes de las iniciales, presentadas por esa entidad.
El ex-senador, no solo se ha quejado contra el ministro del Interior, sino contra los directores de otros partidos como el Conservador y Cambio Radical, que se oponen a la fecha del año 2010 y “trasladan” la controversia para que se fije la reelección en el 2014. Esto ultimo, ante el silencio de jefe del Estado, que no se sabe cuando hará el anuncio respectivo.
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