La juventud colombiana se viene alejando fisica e intelectualmente del aula escolar y hoy se concentra frente a una pantalla de Internet o televisión, donde se les introducen mensajes directos de violencia, que hacen que el muchacho conciba la vida de una forma diferente a la real.
En televisión resulta ejemplarizante ver como un protagonista mafioso vive bien y es temido y respetado por todos; como con pechos de silicona y actitudes de mujer de la vida alegre se escalan posiciones; como un hombre, hoy es aceptado sin complejos en su posición de homosexual, travestí, etc.
Como lograr formar una juventud que en se la pasa chateando tonterías en Internet y que en el peor de los casos estudia la anatomía humana a través de las grotescas paginas pornográficas que la Web le brinda, mientras los padres convencidos y orgullosos creen que su adorado hijo se prepara para el futuro.
¿QUE HACER?
Primero la sociedad colombiana debe dejar de ser hipócrita y entender que es el propio entorno (Estado, medios de comunicación y comunidad) la que esta propiciando esta descomposición social. Se deben aplicar auto censuras de todos los entes que por su proyección irradian mensajes comunicativos, en este caso, el primer ejemplo lo deberían dar los dos canales de televisión colombiana que día a día infectan nuestros hogares con novelas de violencia, sexo y miseria y empezar por educar desde estos espacios de masas a una población que resignada enciende con su control la tragedia del pueblo colombiano.
Recordemos que antes nuestros padres nos castigaban y punto. Hoy, el castigar un hijo, puede traer como consecuencia, que el ICBF intervenga, que los psicologos hablen de traumas y que muchos dentro de esta sociedad hipocrita nos juzgue.
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