Cuentos de mis abuelos
Recordados Sobrinos:
Me contaban los abuelos, que hace mucho pero mucho tiempo existió un grupo de personas que precisamente le tenían miedo al lobo, como decir hoy en día al Neoliberalismo, pues bien dichos habitantes se conformaron en un Sindicato y allí eligieron para que los representara, a quienes los ingenuos habitantes los creían los mejores.
Efectivamente, pasados algunos días después ellos los pobres hombres asustados por el lobo descubrieron que sus Jefes no le tenían miedo al lobo, que al contrario, jugueteaban con el y que en ocasiones se les vio no solo conversando sino departiendo opíparamente con el, así vistas las cosas, empezaron a criticar y criticar hasta que fueron sorprendidos estos ingenuos nuevamente, la construcción de la vivienda de su sede sindical, tenia fallas en sus techos, en un momento podría atentar contra las vidas de sus afiliados ,por ello en tono sarcástico algunos resolvieron desde ese día llamarla Villa Comejen.
Para colmo de males, como el pueblo pedía democracia, resolvieron editar las leyes internas que los regían, pero OH democracia, nunca conocieron sus normas, no se pusieron de acuerdo para elegir quien hiciese el trabajo, se dice que unos querían como en la fiesta de niños, una tajada del ponqué, pues era importante, muy importante, hacer ese trabajo.
Nunca se supo que paso, solo se dice que nada se conoció.
Moraleja. ¿Cuanto vale mantenerse en el poder?
Recordados Sobrinos:
Me contaban los abuelos, que hace mucho pero mucho tiempo existió un grupo de personas que precisamente le tenían miedo al lobo, como decir hoy en día al Neoliberalismo, pues bien dichos habitantes se conformaron en un Sindicato y allí eligieron para que los representara, a quienes los ingenuos habitantes los creían los mejores.
Efectivamente, pasados algunos días después ellos los pobres hombres asustados por el lobo descubrieron que sus Jefes no le tenían miedo al lobo, que al contrario, jugueteaban con el y que en ocasiones se les vio no solo conversando sino departiendo opíparamente con el, así vistas las cosas, empezaron a criticar y criticar hasta que fueron sorprendidos estos ingenuos nuevamente, la construcción de la vivienda de su sede sindical, tenia fallas en sus techos, en un momento podría atentar contra las vidas de sus afiliados ,por ello en tono sarcástico algunos resolvieron desde ese día llamarla Villa Comejen.
Para colmo de males, como el pueblo pedía democracia, resolvieron editar las leyes internas que los regían, pero OH democracia, nunca conocieron sus normas, no se pusieron de acuerdo para elegir quien hiciese el trabajo, se dice que unos querían como en la fiesta de niños, una tajada del ponqué, pues era importante, muy importante, hacer ese trabajo.
Nunca se supo que paso, solo se dice que nada se conoció.
Moraleja. ¿Cuanto vale mantenerse en el poder?
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