lunes, 7 de febrero de 2011
LA CARTA DE FENALCO
CAPACIDAD DE EJECUCION
En estas dos palabras está resumida la esperanza o desesperanza de los damnificados por el invierno pasado, especialmente de los habitantes de Gramalote, golpeados en mayor intensidad por un fenómeno geológico adicional. Hay el dinero suficiente para la reconstrucción de nuestra región y ahora nos falta algo que tal vez tenemos de sobra pero que debemos seleccionar con rapidez: el factor humano. Seguramente estemos pensando en esperar las instrucciones del Doctor Jorge Londoño; los colombianos tenemos razones para esperar lo mejor de su gestión ya que es un líder empresarial con condiciones para asumir la responsabilidad de la construcción de la nueva Colombia; pero ya es hora de que hayamos tomado decisiones importantes como el sitio donde quedará situado Gramalote, estudios, avaluó y un sin números de factores que hay que tener en cuenta. Creemos que deben haberse movilizado, universidades, líderes comunales, organizaciones cívicas, gremiales y todo nuestro recurso humano para evaluar las pérdidas y presentar al doctor Londoño el plan de acción que debe emprender en los diferentes frentes. Nos imaginamos que habrá un gerente regional y unos comités libres de intereses políticos que ayuden en la toma de decisiones y en la organización de las comunidades afectadas, a las que no se les debe relegar a unos refugios sin enterarlos de lo que se va a hacer y sin darles la oportunidad de expresar sus opiniones y de contribuir a lo que será la construcción de su futuro. El doctor Jorge Londoño debe encontrar todo listo, incluso candidatos a gerenciar esta gran empresa, que por cuenta propia se puedan postular y hagan saber que están preparados y resueltos a trabajar en esta gran obra. Y hablamos de cuenta propia porque lo peor que le puede pasar a los damnificados es que su condición de debilidad, incluso anímica, sea utilizada para fines políticos; eso sería una humillación. Necesitamos de la política y de sus actores pero en este momento deben marginarse para que los nombrados independientemente bajo la dirección del doctor Londoño, puedan desempeñarse con toda libertad.
Aunque diferentes regiones han avaluado su propia reconstrucción en una suma igual o más a la estimada por el Presidente Santos para la construcción de la nueva Colombia, creemos que 12 billones es una suma suficiente si se logra una buena administración. Esto nos permite planear sin mezquindad siempre con la mira a que lo que se reconstruya ha de ser el doble o más de lo que había. Solo como ejemplo, Gramalote debe ser más del doble en extensión, en capacidad educativa, vías, servicios etc.. Será un municipio turístico y con todas las cualidades que reflejen la manera de pensar de las actuales generaciones. Desde luego que Gramalote en este momento es el punto que más atrae la atención pero de ninguna manera el que va a absorber los mayores recursos. Los mayores recursos serán los invertidos en cada uno de los damnificados de toda la región y especialmente en las obras de infraestructura. Con toda razón nos han llamado gentes del Zulia un poco indignados porque se enteraron de que asignaron 5 mil millones para el arreglo de la carretera Zulia a Sardinata cuando a simple vista calculan que los arreglos más urgentes valen 20 mil millones y se necesitan de inmediato.
La reflexión sobre la capacidad de ejecutoria surgió a raíz de la respuesta que nos dio el doctor José Dario Uribe, gerente del Banco de la República, cuando le preguntamos, en su concepto ¿cuál será la velocidad con que se desembolsen los dineros para la reconstrucción del país? y nos dijo: “eso depende de la capacidad de ejecución” y que él cree que solo se puedan ejecutarse 4 billones de pesos este año. Es decir que la capacidad de ejecutoria, en nuestro caso, no solo encierra un acto humanitario sino la oportunidad de reactivar la economía, crear empleo directo e indirecto demostrar nuestra capacidad para generar y ejecutar ideas y sacar a relucir todas nuestras capacidades para sortear dificultades aprovechar oportunidades y sentir que somos una raza todavía pujante, competitiva, exitosa y capaz a pesar del aislamiento que nos agobia.
El Norte de Santander siendo uno de los departamentos más golpeados por la ola invernal, no solo por la crudeza del fenómeno sino por el abandono durante años anteriores, tiene que estrenar este año el lenguaje de los billones y la costumbre de la ejecución rápida y eficiente.
FENALCO-RODOLFO MORA MORA, Presidente Junta Directiva
San José de Cúcuta, 7 de febrero de 2011
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