domingo, 20 de febrero de 2011
PLACERES RIESGOS CON OBJETOS EXTRAÑOS
Tomado Colprensa (El Universal de Cartagena)
Consentidas o no, las prácticas sexuales con objetos extraños son de alto riesgo para quien las usa.
Hombres y mujeres recurren a diario a hospitales y clínicas para que les extraigan objetos introducidos por vía rectal o genital.
Aunque cada persona tiene derecho a la libertad, autonomía, privacidad y placer sexual según la asociación mundial para la Salud Sexual, quienes tengan prácticas de este tipo u obliguen a otros a usarlas, deben reconocer los riesgos que corren.
“Esas prácticas están clasificadas dentro de unas alteraciones denominadas parafilia, que recogen no sólo las que son con objetos, sino también unas contranatura en las que se siente placer sexual con animales, cadáveres, orina o excremento, entre otras”, afirmó Rubén Sabogal Barrios, subdirector Científico del Hospital Universitario del Caribe.
Son diferentes los objetos que se pueden llegar a encontrar en estos casos.
“Se han encontrado remolachas, zanahorias, vibradores, bombillas eléctricas, botellas de licor, baterías de foco de mano, en fin, toda clase de objetos que a veces obedecen a prácticas sexuales voluntarias o involuntarias,”, dijo Sabogal Barrios.
En ocasiones estos objetos no llegan hasta los órganos de las personas de manera voluntaria sino que son producto de abusos, lo que las convierten en prácticas no consentidas.
Las consecuencias
Hay muchas personas que han estado en peligro a causa de estas prácticas sexuales.
Los casos son tan riesgosos que quienes llegan buscando atención médica para extraer los objetos pueden incluso morir, peor aún si esconden lo que les sucede por pena o temor a ser juzgados socialmente.
“Al ingresar al hospital la mayoría de los pacientes niegan lo que ha pasado y cuando los examinamos encontramos lesiones tumorales, masas duras abdominales; sin saber lo que sucede realizamos estudios y posteriormente deben ser intervenidos quirúrgicamente, habiendo ya intentado extraer el objeto directamente”, explicó el especialista.
“El objeto queda obstruyendo el intestino y se realiza una cirugía abdominal llamada laparotomía en la que se abre el abdomen, se ubica la zona de la lesión, habitualmente es el intestino grueso en la desembocadura al ano, se abre el intestino para retirar el objeto extraño y se hace una colostomía, abertura realizada desde afuera del cuerpo para que los desechos evacuen”, agregó.
Luego de la cirugía la persona recibe un tratamiento postquirúrgico y posteriormente se cierra la colostomía. Este tipo de procedimientos no están exentos de riesgos para la vida, pues ya se han presentado casos de personas que han fallecido en el quirófano.
“El riesgo es inminente si se tiene en cuenta que la parte final del intestino, es decir el recto, maneja bacterias muy contaminantes y en estas situaciones de extrema urgencia el paciente puede llegar a tener complicaciones, sumado al hecho de que estas personas pueden tener a veces connotaciones sexuales diferentes en las que no dimensionan el riesgo que corren por buscar placer y se ponen en peligro de muerte”, concluyó el profesional médico.
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