domingo, 16 de agosto de 2009

PRESIDENTE GROSERO, HIPOCRITA Y SECTARIO

MENSAJE SUBLIMINAL
Tomado Periódico EL ESPECTADOR
El miercoles los colombianos vieron a través de la televisión el momento en que el presidente Álvaro Uribe Vélez le pidio a los policias que le prestaban servicio en Coferias que le permitieran a uno de los asistentes al acto inaugural de la Feria del Libro protestar en contra del Gobierno por haber permitido la ampliación del acuerdo de cooperación militar con los Estados Unidos. El Jefe de Estado lo oyó y luego ratificó que no dará marcha atrás porque tal decisión forma parte de la consolidación de la seguridad democrática. Lo que no se vio fue el gesto de las manos de Uribe, captado por el fotógrafo de El Espectador.
¿Rumor inverosímil?
Un rumor asombroso sobre nombramientos en el exterior ha tomado fuerza en círculos sociales de la diplomacia. Dos funcionarios de los más cercanos al presidente Uribe estarían siendo considerados por él, seriamente, para ser enviados a cargos de privilegio: las embajadas de Londres y Roma. A la capital británica iría Alicia Arango, secretaria privada del Mandatario desde cuando éste era candidato en 2002 y una de las personas con mayor influencia en la administración. Para la capital italiana sería nombrado César Mauricio Velásquez, actual jefe de Prensa de la Casa de Nariño. Lo que no se sabe es si las aspiraciones de ambos apuntan al rango de embajador o si se “conforman” con un honroso puesto de cónsul o de ministro consejero.
No hay peor cuña…
El rifirrafe judicial que se vivió en la Comisión de Acusación de la Cámara de Representantes, durante la audiencia de conciliación entre el presidente Uribe y el ex presidente de la Corte Suprema César Julio Valencia Copete tuvo un desenlace inesperado, después de que se subiera el tono de las declaraciones. Como se sabe, el procurador Alejandro Ordóñez decidió retirar a su procurador delegado en esa diligencia, por considerar que “algunas de (sus) expresiones” no corresponden a la actuación “neutral” que debería conservar. Con el argumento de Ordóñez, el magistrado Valencia denunció disciplinariamente al delegado Jaime González Sarmiento por violar el deber de imparcialidad y por proferir expresiones injuriosas contra el togado. Lo peor es que el caso lo tiene que resolver el propio Procurador.

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