JUSTICIA Y DERECHOS HUMANOS VS BARBARIE (LOS ESCRITOS DE VELAIDES

No cabe duda, que la independencia de la división del poder y máxime la aplicación de la justicia por la rama jurisdiccional en los estados civilizados, es prenda de garantía, no solo para quienes detentan el poder de facto o legítimo, sino para el 95% restante de la población gobernados o sometidos a la fuerza o legítimamente por la imposición de factores o razones históricas concebidas casi inconcientemente o con ausencia de razón; donde los primeros se abrogan los derechos de los segundos y estos se aferran a un nacionalismo dogmático, a cambio de nada.

Cabe recordar en nuestra querida Colombia, las últimas actuaciones de la Rama Judicial, que en su independencia y neutralidad en la aplicación de justicia, con acierto ha dejado claro que en este país no hay espacios para la delincuencia, especialmente la llamada de cuello blanco, ejemplos como: la caída del referendo, la sanción al señor Mario Aranguren y la ejemplar condena al coronel Plazas Alcid; en los tres hechos, se aplicó el adagio el fin justifica los medios, esgrimido por Tomás Hobbes; como quien dice: Un mal menor lo aplastamos con uno mayor; así las cosas, quienes detentan el poder desconocen todo ordenamiento jurídico, eliminan el estado de derecho y el avance de una sociedad civilizada, regresando a las prácticas bárbaras y la ley de la selva o del 5% más fuerte, para darle fiel aplicación a la teoría de la selección natural y el popular adagio que reza: La ley es para los de ruana.

En el caso del Palacio de justicia, puede decirse que “la Justicia tarda pero llega”, es aceptable que el coronel cumplía con mandatos constitucionales, pero estos no lo facultan para desbordarse o actuar en contravía, cometiendo actos de barbarie, en buena hora, después de varios cientos de años, en este país se puede medio mencionar el tema de Los Derechos Humanos, como asunto de obligatorio cumplimiento. Lo irónico es que a quienes más se les vulneran los preciados derechos humanos, son quienes más se resisten a aceptar las sabias decisiones de los jueces, tal vez por las circunstancias mencionadas en el párrafo inicial. Y como dice un amigo: La cabra tira PAL monte, lo mismo le es si llueve o no y otro más afortunado aunque con una acefalía terrible repite: que en el comer y el dormir está el vivir, me pregunto: ¿Será que el pobrecito vive?

Bajo ninguna circunstancia se debe aceptar que por culpa de la guerrilla se llevaron las desapariciones y quien sabe que más actos de barbarie que allí se cometieron, porque es aceptar el desconocimiento de los Derechos Humanos, no de quienes ya murieron sino de quienes hoy los lloran. De la guerrilla una delincuencia que actúa al margen de la constitución y la ley, vulnerando hasta el más mínimo de los Derechos Humanos, ¿Qué podemos esperar?, lo mismo de los demás grupos de delincuencia organizada que azota diariamente a la mayoría de la población de este país, GENTE BUENA, QUE ORGULLOSO ME SIENTO DE SER COLOMBIANO, con una sola nacionalidad o mejor dicho con una sola cédula, la colombiana.

Juntos podemos derrotar todos los males de este país.

Ramón Velaides Jaimes