martes, 4 de agosto de 2009

LA CARTA DE FENALCO

HACEMOS LO QUE TENEMOS QUE HACER
Somos los habitantes de una frontera de 2.200 kilómetros que tienen en común Colombia y Venezuela, quienes primero sentimos los efectos de las crisis que se presentan por desacuerdos entre los dos gobiernos. Además de ser los primeros, también somos los más directamente afectados.
FENALCO solo tiene presencia en las ciudades de Cúcuta y Arauca por ser estas las ciudades de mayor importancia en cuanto a número de habitantes y movimiento comercial. Tenemos fe en los oficios de la diplomacia como también nuestras razones para manifestar nuestro descontento por la falta de previsión de nuestros gobiernos para evitar los efectos dañinos de acontecimientos tan previsibles. Hemos abogado por que se nos dote de factores de desarrollo, especialmente vías de comunicación para disminuir la dependencia de Venezuela. Las dependencias son malas incluso en relaciones íntimas entre los humanos ya que las amistades son más duraderas si no están asociadas a una dependencia ya sea económica o de otra índole.
Creemos que las relaciones con Venezuela están muy marcadas por las relaciones de los dos Presidentes y sus Ministerios de Relaciones Exteriores. Entre menos se inmiscuyan otros actores es mejor y se debe evitar a toda costa la intervención de personas diferentes que puedan agravar la situación con declaraciones que no encajen dentro de la diplomacia. Utilizar la tensión internacional con fines políticos es propio de oportunistas, acciones que nos deben llevar a reflexionar sobre el grado de responsabilidad que ostenta un dirigente. Estas dificultades sirven para medir precisamente las cualidades de un dirigente, y concluir si está interesado en sus fines personales o en colaborar para que la comunidad tenga lo que más le conviene para su bienestar.
Nos identificamos con la Revista Cambio cuando dice:
“Hay sectores en ambos lados de la frontera cuya actividad depende de la buena relación política. Los empresarios y la población fronteriza son los grupos principales que siempre abogarán por una paz entre Bogotá y Caracas. Los encuentros entre ellos, que no pasan por las ideologías o por los proyectos políticos, generan lazos de acercamiento y ofrecen ideas y ánimo de conciliación.”
Las comunidades fronterizas cultivamos día a día las buenas relaciones sin tener en cuenta la nacionalidad y mucho menos los colores políticos. Es nuestra verdadera contribución a la paz internacional, es lo que podemos hacer y es lo que debemos hacer.
FENALCO-RODOLFO MORA MORA, Presidente Junta Directiva
San José de Cúcuta, 4 de Agosto de 2009

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