viernes, 17 de septiembre de 2010

EDITORIAL
La noticia publicada por el periódico LA OPINIÓN sobre la crisis que vive el colegio José Antonio Rubio es un mal precedente para las instituciones privadas de la ciudad de Cúcuta. 35 estudiantes del grado Once no pudieron presentar las pruebas del Icfes porque al parecer el señor rector José Antonio Rubio desapareció con el dinero que se tenía que consignar para poder acceder a la citada prueba.
Los padres de familia acudieron en ayuda y pidieron la intervención de la Secretaria de Educación Municipal y de manera olímpica y desconsiderada el señor secretario de educación, sacerdote Jaime Montaguth les indico que era poco lo que esa dependencia podía hacer, ya que la citada Institución Educativa era privada.
Resulta terrible, temerario y de mal gusto, que una persona que oficia en tan importante cargo, sea tan ignorante de los alcances de sus funciones y que con un simple "no se puede hacer nada, es un colegio privado" desampare a una comunidad que busca en él un apoyo y respaldo para salir de una posible estafa en la que de por medio se encuentran sus jóvenes hijos estudiantes.
Cucuteños, este padre Montaguth es quien desea reemplazar a la señora María Eugenia Riascos en el cargo de alcalde. Por favor, seamos sensatos a la hora de escoger nuestros gobernantes. Al sacerdote Monteguth le recuerdo con mucha precisión que decir mentiras o decir que no sabe para no comprometerse también es un pecado considerado desde la perspectiva ideológica de la religión católica que representa. No se puede ser sacerdote los domingos y de lunes a sábado acomodar las verdades de acuerdo a los intereses de la Administración o de sus propios intereses políticos.

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