Tomado Periódico LA OPINIÓN
En tiempo de terremotos, el tsunami de la corrupción se abatió sobre el proyecto Parque Bavaria, dejándolo sepultado en la gran tumba abierta en las calles 8 y 9 con avenidas primera y segunda, en el barrio Latino de Cúcuta.Al escarbar entre los escombros, se encontraron los papeles para saber qué pasó con los aportes de la Alcaldía y el estado de las investigaciones penales y disciplinarias. Del desfile de implicados hacen parte un ex alcalde, la alcaldesa actual, candidatos al Congreso, concejales y ex concejales y dirigentes empresariales.
De recuerdo le quedó a la ciudad un cráter más costoso que los de La Luna. En el hueco cercado con desvencijado zinc se gastó una módica suma que superó los $3.500 millones. La cuenta sobre los dineros que entraron es sencilla. El municipio aportó $4.000 millones inicialmente y $1.561 millones que ingresaron supuestamente de los socios particulares en la segunda etapa, dos de ellos con deslumbrantes nombres extranjeros.
La suma da $5.561 millones.A ese gran total hay que restarle los $2.057 millones embargados por la justicia.El programa arquitectónico nació mal y estaba creciendo torcido, como lo detectó el Juzgado Tercero Administrativo que desde mediados de octubre del 2009 le puso tate quieto al ordenar congelarlo.
Primero concibieron un edificio inteligente de cinco pisos, un parque, el Museo de Cúcuta, 28 locales comerciales y 130 oficinas. Estas obras cubrirían los 11.010 metros cuadrados de los dos lotes que en el pasado ocupó la empresa cervecera. Luego hubo un cambio de planes, que comenzó con la llegada de la nueva administración local a principios del 2008. La alcaldesa María Eugenia Riascos, en representación del municipio que hasta ese momento manejaba la junta de la Corporación, porque era el mayor y prácticamente único aportante, decidió llevar a presidir la directiva a una persona de su confianza y nombró a Carlos Hernández Mogollón en reemplazo de Javier Contreras Granados.
El 30 de diciembre de ese año se conformó la Sociedad Parque Bavaria Ltda.., marcada por muchos pecados. De la noche a la mañana modificaron el proyecto que ya tenía licencia de construcción, diseños y planos, y salieron a ofrecer un nuevo proyecto que incluía un hotel y una edificación de diez pisos, sin modificar la licencia.
El sismógrafo marcó máxima intensidad. Jorge Heriberto Moreno Granados presentó una acción popular. El administrador de empresas exigió la devolución de los dos céntricos predios y de la plata aportada por el municipio.Ramiro Suárez Corzo, cuando era alcalde, le asignó $4.000 millones a la Corporación Parques de Cúcuta, en dos giros. Uno por $2.000 millones quedó verificado en el comprobante E-047940, del 28 de febrero del 2007 y el otro de $1.954 millones, según el recibo E-048594 del 28 de marzo del mismo año. ¿Y qué pasó con esa platica?
El informe de flujo de efectivo permitió detectar que en tiempos de Javier José Contreras Granados, a lo largo del 2007 se gastaron $1.292 millones.De esta cantidad, $30 millones cubrieron los diseños del centro temático y de atracciones proyectado cerca de Interferias, y $1.126 millones en el Parque Bavaria.
La demolición de las viejas instalaciones cerveceras que costó $265 millones, mostró la relación contractual. En la adecuación del área del centro cultural y financiero se invirtieron $625 millones.A los $131’985.290 de la licencia de construcción expedida el 18 de enero del 2008 por la Curaduría Urbana No. 1, hay que echarles tierra. El monto corresponde a $69,2 millones del impuesto de delineación urbana que va para la escombrera municipal; $54,7 millones en expensas para la Curaduría; $7,6 millones para la escombrera y $433.700 por la estampilla Pro-Cultura.Este dinero se perdió porque el 17 de enero del presente año la licencia se venció. Ver facsímilContreras Granados, quien gerenció del 16 de febrero del 2007 al 28 de febrero del 2008, empleó $10,8 millones en publicidad.
El único beneficiario con la pauta el programa Telepolémica.En tiquetes aéreos las cuentas alcanzaron los $8,4 millones y en viáticos $15,5. Los honorarios se llevaron $46,9 millones, más $36 millones en impuestos.Carlos Eduardo Hernández Mogollón llegó el 1 de marzo del 2008. La certificación e informe de flujo enviado al Juzgado Tercero Administrativo por la Corporación Parques de Cúcuta reseñó qué hizo con el dinero.
Los desembolsos para cubrir diversas cuentas, alcanzaron los $838,6 millones.Como único recuerdo material de su gestión quedó el encierro en latas de zinc, que además, favoreció a un antiguo socio suyo. Por $12 millones le asignó ese trabajo a Jorge Armando Quintero Lesmes, en marzo del 2008. Hasta un mes antes, ambos hacían parte de una sociedad que tenía por objetivo específico: “lograr el apoyo, respaldo y solidaridad de la población rural y urbana, incrementar la moral, espíritu de lucha entre la adversidad y sentido de pertenencia”.De las tantas grietas que dejó el sismo, salió la escritura 1420 del 8 de junio del 2006, de la Notaría Quinta de Cúcuta, para constituir “Los Amigos de JR Ltda..”.
Del grupo formaban parte Hernández Mogollón, Quintero Lesmes, Martín Ricardo Rincón y Jorge Eliécer Calderón Jácome, entre otros. Dicha firma fue la misma que compró la emisora La Voz de la Gran Colombia, operación que se encuentra en pleito, pues, solamente canceló la cuota inicial e incumplió los demás pagos acordados.Resultó llamativa la actitud de ángel guardián del entonces representante legal de la Corporación Parques de Cúcuta, Carlos Hernández.
El 28 de abril del 2008 favoreció de nuevo a su ex socio, el versátil Quintero Lesmes, con un contrato por $12 millones para la prestación de servicios promocionales del proyecto.La bulla que en su oportunidad sonó en el Concejo y las advertencias ante la justicia, dejaron al descubierto que Hernández Mogollón repartió $170,2 millones en publicidad de un negocio fallido. Buena parte los distribuyó en pautas de 2 millones 400.000 pesos.
Para medir si lo gastado en la difusión por radio y televisión cumplió los parámetros de costo-beneficio y efectividad, se advirtió que le dio avisos hasta a una pequeña televisora de Toledo. La propaganda, supuestamente, era para conseguir clientes para venderles locales y oficinas.
Para medir si lo gastado en la difusión por radio y televisión cumplió los parámetros de costo-beneficio y efectividad, se advirtió que le dio avisos hasta a una pequeña televisora de Toledo. La propaganda, supuestamente, era para conseguir clientes para venderles locales y oficinas.
Hay solicitudes para que el empresario sea investigado por despilfarro de recursos públicos, pues, solamente se consideraron programas de radio y televisión que no tenían repercusión en los inversionistas que se buscaban.
Con esta repartición, Hernández Mogollón estaba preparando el despegue de la campaña como aspirante al Congreso de la República, según versiones que le han hecho saber al Juzgado Tercero Administrativo.Como si fuera poco, por encima de los periodistas y medios favorecidos, Conexión Americana Telecomunicaciones (Conexatel) se sacó el premio mayor con $30 millones en cuñas, durante cinco meses.
El rastreo de las cuentas llevó a determinar que $134 millones del dinero de los contribuyentes que la Alcaldía llevó a esa corporación, se utilizaron en algo llamado “pagos proyectos”.Los honorarios en la administración de Hernández superaron los $62 millones, aparte de $48,5 millones en nómina y $58,4 millones en gastos de funcionamiento varios. La adecuación de la sala de ventas costó $18,3 millones y $9 millones la elaboración de la maqueta del centro cultural y financiero Parque Bavaria.Aunque en la relación del flujo de efectivo enviada al juez apareció consignada la cifra de $5’380.956 en tiquetes aéreos, el listado de contratos incluyó uno de $10 millones para suministrar pasajes del 19 de mayo al 18 de noviembre del 2008.
El 13 de marzo del año pasado asumió las riendas de la Corporación Parques de Cúcuta, Jorge Alberto Pineda Rosal, quien hizo desembolsos de $1.677 millones. El más grande correspondió a los $1.500 millones que le giró a la tambaleante sociedad Parque Bavaria Ltda..Al 30 de junio del 2009, el saldo final disponible en las cuentas de la entidad concebida para levantar el centro cultural y financiero, fue de $557 millones. Ese dinero lo embargó el Juzgado Tercero Administrativo.
NACIÓ TORCIDA
El 30 de diciembre del 2008, un sismo de alta intensidad estremeció el plan urbanístico para recuperar la céntrica zona cucuteña.En plena temporada de fin de año, cuando la mayoría solamente piensa en los regalos, la cena, el traguito y la parranda, ‘nuestro empresario’ sí estaba preocupado por el futuro de su ciudad natal. Carlos Eduardo Hernández Mogollón llegó a la Notaría Segunda de Cúcuta para hacer un negocio tachado de ilegal.
El representante de la Corporación Parques de Cúcuta la vinculó como socia del Centro Cultural y Financiero Parque Bavaria Ltda., con $1.500 millones.Para este propósito hizo llave con Decuir Business, Commercial Architecture Colombia S.A. y César Iván Gil Silva.Sobre ese procedimiento, en la escritura 8.432 no hay constancia que mencione que Hernández Mogollón fue autorizado por la junta directiva para engendrar la nueva sociedad. En ninguno de los siete anexos se hace mención a dicho trámite.
Por estatutos de la Corporación, la celebración de contratos, inclusive los de comprar, vender o gravar bienes superiores a los $100 millones, debe tener el previo visto bueno de los directivos.A Jorge Heriberto Moreno Granados, autor de la demanda contra esta negociación, le pareció sospechoso el súbito y extemporáneo surgimiento de un acta para mostrar que Hernández Mogollón estaba ‘bendecido’ para actuar.
El proceder del ahora candidato a la Cámara de Representantes por el partido de La U, recibió una recriminación del juez Rafael Eduardo Celis Celis, el 19 de junio del 2009, al adoptar las medidas cautelares.En su concepto, por ser una sociedad con ánimo de lucro, como se desprende del acto de constitución, no guarda correspondencia con el objeto de la corporación sin ánimo de lucro de carácter mixto que se había creado inicialmente. Advirtió que al aportar una suma inferior al 50% del capital social, le entregó el control a los particulares “para adelantar un proyecto que incluye la construcción de un hotel en terrenos del municipio de San José de Cúcuta, que no pueden ser donados”.
En la ciudad se armó la discusión al considerarse la actuación como contraria al artículo 355 de la Constitución Política de Colombia: “Ninguna de las ramas u órganos del poder público podrá decretar auxilios o donaciones a favor de personas naturales o jurídicas de derecho privado”.Quedan por determinar responsabilidades en torno a la vinculación de Parques de Cúcuta, con $1.500 millones en efectivo, más las obras que ya se habían ejecutado (demolición, planos, diseños) y los dos lotes, a una sociedad comercial, pues implicaría que el patrimonio del Estado fue puesto en manos de particulares.
‘FAMOSOS SOCIOS’
Los bombos y los platillos sonaron. Una ceremonia llena de luces y colorido se montó para presentarle a la capital de Norte de Santander y a la frontera venezolana los nuevos inversionistas de Parque Bavaria.Y aquí otra vez tembló. Los indicios apuntan a que los ‘famosos socios’ estratégicos y de alta solvencia financiera, vinieron a hacer el negocio con la cédula.La panameña Decuir Bussines Inc., apenas cuenta con un capital de 10.000 dólares, que al cambio de finales del 2008 equivalían a $22 millones. Sin embargo, con esa escasa capacidad financiera llegó a comprometerse a poner un aporte de $1.155 millones, para participar en la construcción de un proyecto de más de $60.000 millones.
Quienes creyeron que dicho nombre extranjero representaba ostentosas oficinas, millonarias obras levantadas y en desarrollo, lindas secretarias, relucientes limosinas y otros lujos, se equivocaron. Decuir opera en la oficina de Quijano & Associates, en el tercer piso del edificio Salduba, en Ciudad de Panamá.Fuentes consultadas reportaron que no se ubican registros de la actividad empresarial de la firma en ese país.
Quienes creyeron que dicho nombre extranjero representaba ostentosas oficinas, millonarias obras levantadas y en desarrollo, lindas secretarias, relucientes limosinas y otros lujos, se equivocaron. Decuir opera en la oficina de Quijano & Associates, en el tercer piso del edificio Salduba, en Ciudad de Panamá.Fuentes consultadas reportaron que no se ubican registros de la actividad empresarial de la firma en ese país.
Uno de los elegidos para asociarse fue Commercial Architecture Colombia S.A., que de acuerdo con la escritura de constitución de la sociedad Parque Bavaria Ltda., debía poner $390’306.122.Aquí tampoco la identidad empresarial que obliga a tener un fluido inglés para pronunciarla, correspondió a las expectativas generadas y difundidas mediáticamente.La prueba salió de la Cámara de Comercio, que hace parte de la Corporación Parques de Cúcuta, y que nunca cuestionó o reparó en lo que estaba ocurriendo.Un certificado de existencia y representación legal mostró que Commercial Architecture Colombia no tiene la amplia experiencia, en años y en proyectos, en cuestiones de arquitectura e ingeniería.
Resulta que la sociedad anónima se constituyó el 26 de marzo del 2008, mediante la Escritura 0000723 de la Notaría 39 de Bogotá.Al detenerse a mirar esa fecha y confrontarla con el 30 de diciembre del 2008 cuando surgió Parque Bavaria Ltda., solamente habían transcurrido 9 meses entre una y otra operación.El 27 de abril del 2009, el concejal Javier Prieto Peña probó que no era cierto que el representante de Commercial Architecture hubiera diseñado o construido un edificio en Melbourne (Australia).
Resultó que la estructura mencionada fue levantada desde 1934.El otro integrante fue César Iván Gil también quien entró con $15’612.245, seleccionado por su idoneidad para ser parte del músculo financiero. Prieto Peña demostró que dicho asociado, en esa época, les adeudaba $10 millones a varias empresas.El autor de la acción popular, Jorge Moreno, consideró que las sociedades mencionadas iban por el ‘baloto’, pues, la ganancia correspondía al 30%, es decir, $18.000 millones.Y los remezones continuaron.
El artículo 354 del Código de Comercio fue violado por los asociados. Los $3.061’224.489 de capital no los pagaron el día en que nació Parque Bavaria Ltda., que como en otros grandes escándalos, vio la luz a pocas horas de acabarse el año.Los desembolsos extemporáneos se produjeron con la siguiente periodicidad:-$100’000.000, el 10 de marzo de 2009.-$350’000.000, el 9 de abril de 2009.-$1.111’224.489, el 27 de abril de 2009.-$1.500’000.000, el 5 de junio de 2009.Así lo descubrió la Superintendencia de Sociedades, al tener acceso a cuatro notas de contabilidad, que por petición del abogado Luis Arturo Melo Díaz entró a revisar los libros de actas, contables y demás de ley, los cuales ni siquiera existían y fueron formalizados a la carrera, al sentirse investigados.
¿QUÉ TAL ESTO?
En manos del Juzgado Tercero Administrativo, la Fiscalía y la Procuraduría quedó la ‘papa caliente’ del trámite de formación de la Sociedad Centro Cultural y Financiero Parque Bavaria Ltda.Carlos Eduardo Hernández Mogollón no presentó ni incluyó en la escritura del 30 de diciembre del 2008 el permiso de la junta para conseguir el socio estratégico, adjudicar y firmar el documento.Intempestivamente, en pleno escándalo y en momentos que la justicia decidió meterle el diente al asunto, de la caja de sorpresas salió el documento salvador.
Jorge Alberto Pineda Rosal, último representante legal de la Corporación Parques de Cúcuta, el 3 de noviembre del año pasado le entregó al Juzgado Tercero Administrativo la copia del acta de junta directiva del 26 de agosto del 2008.Aparte de indicar que Hernández Mogollón puede ‘hacer lo divino y lo humano’, contiene un elemento para la discusión, el debate y la averiguación.Como miembro principal de la corporación apareció Jorge Acevedo Peñalosa, en calidad de delegado de la Alcaldía de Cúcuta. Su firma la estampó en ese visto bueno, al lado de Martín Ricardo Rincón y Ricardo Ramírez Serpa.
¿Acaso hubo cambio en ese renglón?
Dos papeles dejan entrever que algo ocurrió.-En el certificado de existencia y representación legal de Parques de Cúcuta figuraban como directivos: Martín Ricardo Rincón, Fabio Antonio Rivera, ambos por la Alcaldía; Israel Bahar Levy, de la Cámara de Comercio y Ricardo Ramírez Serpa, gerente del Área Metropolitana de Cúcuta. No hay ninguna relación de posibles suplentes.Así quedó inscrito el 7 de marzo del 2008. Además, el 20 de octubre del año pasado la Cámara de Comercio verificó la vigencia y que no hubo movimientos directivos.-En cambio, el 10 de marzo del 2009 en el acta extraordinaria Nº 012 para el nombramiento de representante legal, Martín Ricardo Rincón y Carlos Hernández anotaron que dentro de los dignatarios estaba Fabio Rivera, como delegado de la Alcaldía.
Lo extraño es que Jorge Acevedo Peñalosa firmara y apareciera en la junta, cuando el directivo oficial y no removido era Fabio Rivera, como lo prueban diversos documentos. Ver facsímilesCuriosidades del negocio1. En la escritura de constitución de la Sociedad Parque Bavaria, el abogado Elkin Mauricio Naranjo Uribe firmó en calidad de apoderado de la panameña Decuir Business INC.2. Naranjo Uribe es el abogado de Conexatel, que se dedicaba a la televisión por cable. La empresa era una de las dueñas de Cablecentro y, por tanto, del Canal 10, beneficiaria de los $30 millones en publicidad para Parques Bavaria.3. Conexatel, ahora metida en el negocio del carbón, está en el edificio Santa Rosa, urbanización Quinta Vélez, donde operan los estudios de transmisión de Tu Kanal. Hasta en la madrugada, ese medio difundía propaganda y notas del Centro Cultural y Financiero Parque Bavaria.4.
Y para mayor curiosidad, el 29 de enero del 2010 Carlos Hernández Mogollón vendió todos los apartamentos de su propiedad que tenía en esa edificación, que en el pasado fue sede de Cajanal. La otra casualidad es que como comprador apareció Jorge Eliécer Calderón Jácome, con quien había creado Los Amigos de JR.5. Carlos Eduardo Hernández Mogollón, influyó en el nombramiento de Jorge Alberto Pineda Rosal en la representación legal de Parques de Cúcuta. Jorge Alberto es pariente de uno de los miembros del círculo familiar de Carlos Hernández, descendientes del apellido Rosal.
Así lo denunció en el escrito de asistencia de la acción popular, el ex senador Justo Pastor Castellanos.6. Por las supervisiones e interventorías, presenciando cómo demolían las viejas edificaciones de la cervecera, Eduardo García-Herreros recibió contratos por $34,9 millones. Él es pariente de Juan Carlos García-Herreros, primer representante de la corporación sin ánimo de lucro y ex presidente de la Cámara de Comercio.7. Entre los contratistas está Julián Eduardo Quintero Torrado, hermano de Omar Gonzalo, quien hizo parte de la junta directiva de la Cámara de Comercio de Cúcuta. La entidad es socia de la corporación.
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