LOS ESCRITOS DE VELAIDES
SEA PROPIETARIO DE SU PROPIA SUIT CON VISTA AL MAR
¿Recuerdas a DMG y a su cerebro? El gobierno nacional por petición de los grandes monopolios financieros de este país, decretó la emergencia económica, para poder acabar con la competencia que desde tiempo atrás, el consorcio de David Murcia Guzman amparado en la legalidad, les venía haciendo, pero, se ha preguntado usted, ¿uántas pirámides y grupos financieros reconocidos y amparadas en la legalidad siguen funcionando con los mismas prácticas ilegales?, con la diferencia que estas, son más indolentes e inhumanas.
Para no pecar de irresponsabilidad e incurrir en una conducta típificada en nuestro código penal; solo describiré como ejemplo el siguiente: Dado el caso en que a través de un sorteo de x producto, una persona es habilidosamente engañada de tal manera que le ofrecen mediante un contrato civil ser propietario de una lujosa suit con vista al mar hasta el infinito, por una módica cantidad de casi 27 millones de pesos, la más barata, lógicamente que financiada de acuerdo a su presupuesto económico, ¿para qué carajo le sirve a usted esa cantidad de dinero?.
Pues mi apreciado lector, lo único que le ofrecen a usted, es reservar durante el año una semana de estadía, solo estadía y nada más, mientras su dinerito se lo vacacionan otros, que sumados socialmente, son miles de millones; mientras tanto ud., ahorre para que en su semana de estadía pueda pagar la cuota de la suit de otros, ahorre para sus gastos de manutención y ahorre para el transporte aunque sea en burro pero ahorre para que mientras ud., mensualmente maldice, otros mensualmente bendicen su pequeña contribución, que le permitiría satisfacer esas necesidades primarias que diariamente quedan pendientes.
De todo esto, no todo es malo, porque eso nos permite ver las bondades de algunos planes turísticos que nos brindan varias organizaciones que incluye desde el transporte, la estadía y la manutención por precios a nuestro alcance. También nos permite plantearnos metas de ahorro mensual al año, únicamente para nuestras vacaciones al sitio que deseemos, sin engaños de por medio y sin suits imaginarias, solo los insulsos las disfrutan.
Pero, aunque me desvié un poquito con el cuento de las vacaciones, quiero retomar el enfoque inicial, que tenga mucho cuidado con las pirámides que aún quedan, con fachadas de empresas, lógicamente legales en el papel, que se quedan con el sudor de su trabajo de toda una vida. Entonces es de reflexionar: ¿cuándo, quiénes y por qué son ilegales y cuándo lo contrario?, pero la decisión es suya, solo suya.
Ramón Velaides Jaimes, marzo de 2010
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