Tomado Periódico La Opinión
Las estructuras educativas estarán ubicadas en Torcoroma y La Divina Pastora y beneficiarán a 2.800 estudiantes.En un viraje de 180 grados, ayer el Concejo aprobó la construcción de dos megacolegios en Cúcuta, para los cuales el Ministerio de Educación Nacional asignará $16.000 millones. Los miembros de la coalición siempre se opusieron al proyecto.
Ayer, decidieron dar el sí, pero condicionado a la puesta en marcha de las instituciones educativas en Torcoroma y La Divina Pastora.
Fue así, que al filo de la oportunidad ofrecida por el Ministerio de Educación, el Concejo aprobó la construcción de los dos megacolegios y condicionó su entrega en concesión a la terminación y completa dotación de esas instituciones educativas.
Luego de sufrir algunas modificaciones, el proyecto finalmente fue aprobado por unanimidad. La totalidad de los 19 concejales le dijeron sí a la iniciativa. Ponencia positiva Los concejales Javier Orlando Prieto y George Alexander Salazar, presentaron ponencia positiva del proyecto de acuerdo.
Los munícipes defendieron la iniciativa, luego de condicionarla. De cuatro artículos que fueron presentados por la administración municipal, se pasó a ocho. Algunos fueron modificados y otros incluidos. Los ponentes argumentaron que en esta oportunidad tuvieron más tiempo de estudiar y encontrar los pro y los contra. Situación distinta a la que se vivió en la sesiones extraordinarias, donde se hundió.
En la primera oportunidad la Administración Municipal adoptó una posición donde no permitía que al proyecto se le hiciera ninguna modificación. “Era única y exclusivamente como había sido presentado el proyecto y donde al revisar los términos del contrato de concesión que fue adjudicado en la Administración pasada para la operación del colegio de Los Olivos, vimos que no eran convenientes como quiera que obligaba al municipio a llevar niños del sistema público al operador”, explicó Prieto.
Agregó que cualquier reparación locativa mayor al 15 por ciento del valor anual al contrato corría por cuenta del municipio donde también establecía unos costos adicionales al servicio de educación que podían terminar cobrándose a los padres de familia.
Entonces observaron que el mismo modelo aplicado en ciudades como Barranquilla, Bogotá o Medellín, en los contratos de concesión esas clausulas fueron modificadas buscando mejores términos para los municipios. “Se le da autorización para comprometer las vigencias futuras, pero se le pide en el articulado unos lineamientos para que la Alcaldesa busque una posición mucho más conveniente para el municipio”, dijo.
Las modificaciones Las vigencias futuras excepcionales se otorgarán por un plazo de 11 años a partir del momento del recibo de cada una de las infraestructuras. El artículo 2 quedó igual al original.
En caso de no perfeccionarse la presente vigencia, los respectivos compromisos mediante los cuales se acepta de forma definitiva las vigencias futuras, el cupo autorizado caducará como lo estipulan los artículos 10, 11 y 12. Se adicionó el artículo 4 en el que se pide a la Secretaría de Educación que sea la interventora a fin de garantizar una evaluación sistemática con base en parámetros de calidad educativa y permitan establecer positivamente el cumplimiento de las obligaciones contractuales.
También se adicionó el artículo quinto, el cual señala que el municipio de Cúcuta velará porque la operación de las infraestructuras educativas sea de ampliación de cobertura y específicamente para población vulnerable, procurando no desplazar o afectar la población que está siendo cubierta por el sistema oficial en las demás modalidades de prestación del servicio educativo.
En el articulo sexto adicionado también, dice que la Secretaría de Educación entregará semestralmente un informe de gestión para que el Concejo no le pierda el seguimiento y la comunidad conozca el desarrollo del proyecto.
Voz de protesta
Asinort sentó su voz de protesta al conocer que el proyecto de acuerdo que le da luz verde a los megacolegios fue aprobado en el Concejo por unanimidad. Myriam Támara calificó como “un hecho desafortunado para la ciudad” y Leonardo Sánchez, dijo que se firmó el “acta de defunción” de los colegios actuales. “Si se lee la letra menuda del contrato no es posible que los concejales que en un momento no aprobaron este proyecto que compromete vigencias futuras, ahora hayan manifestado otra posición.
Queremos alertar a la ciudadanía en general porque el hecho que en el contrato se esté dando un ultimátum al municipio por parte del Ministerio de Educación y que en el contrato esté estipulado que el municipio tiene que garantizarle al concesionario los muchachos que van a estar en ese megacolegio, es decir los 1.400 alumnos así no sean de Sisben uno y dos, esto significa que nos van a desmantelar las instituciones educativas, no solamente las más cercanas, sino las de Cúcuta”.
En opinión de Támara el veneno del proyecto está inmerso dentro de las clausulas del contrato. “Esto es muy grave por eso sentamos nuestra voz de protesta porque esto va a conllevar a privatizar la educación pública en el municipio y nuestras instituciones educativas están condenadas a desaparecer”, puntualizó.
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