PRESIDENTE URIBE DEJA COMPROMETIDO PRESUPUESTO HASTA 2.027
Las vigencias futuras son la manera de decir que el presidente de turno puede destinar plata del presupuesto de la Nación de otros gobiernos para un proyecto determinado. Es decir, por ejemplo, que si el presidente Álvaro Uribe cumple lo que ha dicho, dejará desde ahora un documento oficial para que del presupuesto del país entre 2017 y 2025 se destinen cada año 250.000 millones de pesos para el metro de Bogotá.
El próximo presidente se quedará corto de caja para llevar a cabo las prioridades de su gobierno, y se convierte prácticamente en un notario que busca cómo administrar el gasto ya ordenado por su antecesor.¿De cuánto dinero se habla? En un estudio de Planeación Nacional, dado a conocer el viernes, se menciona la cifra de 26,4 billones de pesos de 2009 de vigencias futuras comprometidas entre 2011 y 2027 (incluidos poco más de 4 billones que ya fueron avalados por el Confis pero que aún no tienen documento Conpes). Eso quiere decir que del presupuesto de 2011, por ejemplo, ya están comprometidos 5 billones de pesos por vigencias futuras.
Eso es una buena tajada si se tiene en cuenta que el total del presupuesto de inversión del país para este año es de 25,3 billones de pesos. Y si bien los 30 billones de pesos no se descuentan de un solo tajo en un año sino que se difieren por varios, se limita mucho el margen de maniobra de un gobernante que ya tiene que utilizar buena parte de esa canasta de inversión para otros pagos ya fijos como Familias en Acción, los macroproyectos de vivienda, el aumento del subsidio de salud, entre otros.
La situación del bolsillo del país comienza a verse aún más complicada si se tiene en cuenta que el hueco fiscal de 2009, según se supo recientemente, llegó a 20,7 billones del gobierno nacional. A esto se le suma que no se puede contar con los al menos 3 billones de pesos que iban a entrar por la venta de Isagén, pues la administración Uribe decidió aplazar este proceso.
El decano de Economía de la Universidad de los Andes, Alejandro Gaviria, va más allá: "Las vigencias futuras no van a llevar a la ruina al país. Pero es un tema más de democracia. Hasta qué punto el gobierno tiene derecho a dejarle las manos amarradas al próximo gobierno".El segundo tema polémico es el tipo de proyectos a los que se les conceden esas vigencias futuras. Nadie discute que la Ruta del Sol, que tiene como siete billones de pesos en vigencias futuras, sea un proyecto estratégico, pero hay otros que dejan cierto sabor de compromiso político adquirido.Hace menos de un mes, en medio del consejo comunal de Cúcuta, el presidente Uribe se refirió a los avances en una vía en Catatumbo y remató su mención diciendo: "Ojalá pueda haber vigencias futuras para seguir garantizando el avance de esa carretera tan importante".
Esa frase quedó registrada en el acta del consejo comunal como una tarea para que el Ministerio de Transporte gestione vigencias futuras por 50.000 millones de pesos para los años 2011 y 2012. Lo mismo pasó en Ibagué, en marzo, cuando Uribe pidió reservar 60.000 millones de pesos de vigencias futuras para otra carretera; en febrero, en Riohacha, para una vía en una zona de desarrollo turístico, y en Ginebra (Valle), el año pasado, prometió vigencias futuras para la construcción del Parque de la Música.Y así el Presidente está yendo de consejo en consejo, en unos sí y en otros no, prometiendo vigencias futuras y renovando las promesas ya hechas en años anteriores.
Tomado Revista Semana
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