LOS HUECOS Y LA CAMARA
En uno de estos días de lluvia fuerte, al transitar por la avenida primera, a pocos metros del puente de San Rafael, el agua estancada me impidió ver un hueco y una de las llantas delanteras de mi vehículo cayó en él, con la mala suerte de que fue rebanada por el filo del cemento y quedó totalmente inservible. Aprendí a tomar precaución desde metros antes del mencionado hueco que tiene la propiedad de ser más dañino que los demás porque es combinación de pavimento y concreto y la dureza de este último material lo convierte en afilado cuchillo para los cauchos.
El día de ayer descubrí que había sido tapado en forma muy pasajera por algunas personas que acostumbran tapar determinados huecos y recoger algunas monedas que quieran obsequiarles los conductores que se sientan beneficiados con la obra. Sentí agradecimiento con estos señores y me acordé del programa de tapar huecos, iniciado por la Cámara de Comercio de Cúcuta; también de una propuesta, que en alguna reunión hacía el doctor Manuel Guillermo Cabrera, en la que hablaba de la probabilidad de hacer una campaña consistente a adoptar un hueco. Pueden ser soluciones pasajeras o provisionales pero que de todas maneras alivian el problema de la movilidad y los costos económicos por el desgaste del parque automotor.
Con el debido respeto para con los directivos de la Cámara de Comercio y con la autoridad que tenemos quienes obligatoriamente sostenemos económicamente la Cámara de Comercio, tenemos que decir que esta fue una buena idea que se abortó, porque se pretendió ignorar o violar las normas que hay establecidas para esta clase de obras en la vía pública. Por buena que sea una obra no debe ser motivo para esquivar dichas normas y mucho menos por parte de una entidad que por su importancia debe ser ejemplar en el cumplimiento de los más mínimos requisitos establecidos por las leyes y acuerdos municipales. Reconocemos a la Cámara de Comercio las buenas intenciones, más no la verdadera voluntad de llevar a cabo sus propósitos ya que desfalleció en el primer obstáculo, e incluso dejó en peores condiciones un pequeño tramo de la avenida primera.
No creemos que la Alcaldía se hubiera opuesto a la obra sino a la falta de coordinación y al intento de desconocer normas preestablecidas. Uno, dos, tres o más huecos que se tapen serán mirados con agradecimiento por conductores y por la comunidad y crearan el sentimiento de colaborar así sea en forma pasajera para solucionar los problemas que se presentan, mientras hay la presencia definitiva de los entes encargados de dar soluciones permanentes.
Respetuosamente pedimos a la Cámara de Comercio retomar, en común acuerdo con la Alcaldía, el programa ya descrito.
FENALCO-RODOLFO MORA MORA, Presidente Junta Directiva
San José de Cúcuta, 3 de Noviembre de 2009
En uno de estos días de lluvia fuerte, al transitar por la avenida primera, a pocos metros del puente de San Rafael, el agua estancada me impidió ver un hueco y una de las llantas delanteras de mi vehículo cayó en él, con la mala suerte de que fue rebanada por el filo del cemento y quedó totalmente inservible. Aprendí a tomar precaución desde metros antes del mencionado hueco que tiene la propiedad de ser más dañino que los demás porque es combinación de pavimento y concreto y la dureza de este último material lo convierte en afilado cuchillo para los cauchos.
El día de ayer descubrí que había sido tapado en forma muy pasajera por algunas personas que acostumbran tapar determinados huecos y recoger algunas monedas que quieran obsequiarles los conductores que se sientan beneficiados con la obra. Sentí agradecimiento con estos señores y me acordé del programa de tapar huecos, iniciado por la Cámara de Comercio de Cúcuta; también de una propuesta, que en alguna reunión hacía el doctor Manuel Guillermo Cabrera, en la que hablaba de la probabilidad de hacer una campaña consistente a adoptar un hueco. Pueden ser soluciones pasajeras o provisionales pero que de todas maneras alivian el problema de la movilidad y los costos económicos por el desgaste del parque automotor.
Con el debido respeto para con los directivos de la Cámara de Comercio y con la autoridad que tenemos quienes obligatoriamente sostenemos económicamente la Cámara de Comercio, tenemos que decir que esta fue una buena idea que se abortó, porque se pretendió ignorar o violar las normas que hay establecidas para esta clase de obras en la vía pública. Por buena que sea una obra no debe ser motivo para esquivar dichas normas y mucho menos por parte de una entidad que por su importancia debe ser ejemplar en el cumplimiento de los más mínimos requisitos establecidos por las leyes y acuerdos municipales. Reconocemos a la Cámara de Comercio las buenas intenciones, más no la verdadera voluntad de llevar a cabo sus propósitos ya que desfalleció en el primer obstáculo, e incluso dejó en peores condiciones un pequeño tramo de la avenida primera.
No creemos que la Alcaldía se hubiera opuesto a la obra sino a la falta de coordinación y al intento de desconocer normas preestablecidas. Uno, dos, tres o más huecos que se tapen serán mirados con agradecimiento por conductores y por la comunidad y crearan el sentimiento de colaborar así sea en forma pasajera para solucionar los problemas que se presentan, mientras hay la presencia definitiva de los entes encargados de dar soluciones permanentes.
Respetuosamente pedimos a la Cámara de Comercio retomar, en común acuerdo con la Alcaldía, el programa ya descrito.
FENALCO-RODOLFO MORA MORA, Presidente Junta Directiva
San José de Cúcuta, 3 de Noviembre de 2009
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