¿PASE AMIGO, INTERNACION O ABUSO?
En Cúcuta nadie sabe quien tiene la razón respecto al tema del pago del pase amigo, internación o colaboración de los conductores con vehículos venezolanos que ruedan en la ciudad para contribuir al mantenimiento de la malla vial de la ciudad.
La historia comenzó con la aprobación del Decreto 0200 del 23 de mayo de 2001, cuando la alcaldía municipal de San José de Cúcuta “reglamento la autorización de internación de vehículos automotores de matrícula venezolana y el correspondiente régimen de impuesto de vehículos automotores”. Con esto se le dio vía libre para que tres o cuatro funcionarios de la Secretaria de Hacienda computador en mano iniciaran la cacería de los conductores que no cumplían con la citada norma.
El 7 de febrero de 2003, Jorge Hernán Florez Lomonaco demando la legalidad del Decreto 0200 del 23 de mayo de 2001, proceso que después de dos años fue fallado por la Sala de lo Contencioso Administrativo Sección Primera del Consejo de Estado, luego de su transito por el Contencioso del Norte de Santander. El Consejo de Estado saco del ordenamiento jurídico el cobro del famoso pase amigo, sin embargo, y de manera soterrada la Administración Municipal continuo con el cobro del mismo o al menos nadie hablo de reintegrar los dineros pagados por los cucuteños en los últimos tres años, ya que el sustento legal sobre el cual se produjo dicho cobro fue borrado por carecer de sustento legal por el alto tribunal, lo que indica que los cobros se iniciaron de manera ilegal.
4 meses después del fallo del Consejo de Estado, el Ministerio del Transporte expide el Decreto 400 de febrero 17 de 2005 “Por medio del cual se establecen las condiciones, términos y requisitos para autorizar la internación temporal de vehículos, motocicletas y embarcaciones fluviales menores a los residentes en las Unidades Especiales de Desarrollo Fronterizo y se reglamenta el procedimiento respectivo”. La nueva herramienta para esculcarle el bolsillo de los cucuteños estaba montado nuevamente y con terribles consecuencias (Ver al final del artículo texto del Decreto 400 de 2005)
PROMESAS POLITIQUERAS
En un consejo comunal realizado en esta ciudad, el presidente Álvaro Uribe ordeno a su Ministro de Transporte la urgente reglamentación del artículo 24 de la ley 191 de 1995 ( ver texto al final del artículo), esto a petición de nuestros gobernantes que desconsolados lloraban por la caída del pase amigo y le pedían al Gobierno medidas para no dejar escapar a los cucuteños que con esfuerzo compraban su carro venezolano, con el cuento de arreglar la malla vial, mientras millones de pesos se despilfarraban en nominas paralelas, obras innecesarias y otras cosas no muy buenas para la comunidad.
Al analizar el texto del Decreto 400 de 2.005, existen dos situaciones sumamente importantes que todos deben conocer: la primera el mismo tiene su sustento jurídico en el artículo 24 de la ley 191 de 1995 “^Por medio de la cual se dictan disposiciones sobre zonas de frontera”, el mismo se muy claro y contundente al hablar que el proceso procede cuando sea solicitado por el dueño del vehículo, confirmado en el artículo 2 del Decreto 400. Este segundo hecho es quizás el más delicado y preocupante, se trata de que la internación proceda de acuerdo a la ley cuando la solicitud se hace antes de que el vehículo ingrese al territorio nacional. Como se puede analizar, esto significa que la mayoría de los carros venezolanos que hoy ruedan en Cúcuta no cumplieron este requisito y están fuera de ley y por lo tanto, la autoridad los puede considerar contrabando y decomisarlos.
QUIÉN LE PONE LA CASCABEL AL GATO
En Cúcuta nadie sabe quien tiene la razón respecto al tema del pago del pase amigo, internación o colaboración de los conductores con vehículos venezolanos que ruedan en la ciudad para contribuir al mantenimiento de la malla vial de la ciudad.
La historia comenzó con la aprobación del Decreto 0200 del 23 de mayo de 2001, cuando la alcaldía municipal de San José de Cúcuta “reglamento la autorización de internación de vehículos automotores de matrícula venezolana y el correspondiente régimen de impuesto de vehículos automotores”. Con esto se le dio vía libre para que tres o cuatro funcionarios de la Secretaria de Hacienda computador en mano iniciaran la cacería de los conductores que no cumplían con la citada norma.
El 7 de febrero de 2003, Jorge Hernán Florez Lomonaco demando la legalidad del Decreto 0200 del 23 de mayo de 2001, proceso que después de dos años fue fallado por la Sala de lo Contencioso Administrativo Sección Primera del Consejo de Estado, luego de su transito por el Contencioso del Norte de Santander. El Consejo de Estado saco del ordenamiento jurídico el cobro del famoso pase amigo, sin embargo, y de manera soterrada la Administración Municipal continuo con el cobro del mismo o al menos nadie hablo de reintegrar los dineros pagados por los cucuteños en los últimos tres años, ya que el sustento legal sobre el cual se produjo dicho cobro fue borrado por carecer de sustento legal por el alto tribunal, lo que indica que los cobros se iniciaron de manera ilegal.
4 meses después del fallo del Consejo de Estado, el Ministerio del Transporte expide el Decreto 400 de febrero 17 de 2005 “Por medio del cual se establecen las condiciones, términos y requisitos para autorizar la internación temporal de vehículos, motocicletas y embarcaciones fluviales menores a los residentes en las Unidades Especiales de Desarrollo Fronterizo y se reglamenta el procedimiento respectivo”. La nueva herramienta para esculcarle el bolsillo de los cucuteños estaba montado nuevamente y con terribles consecuencias (Ver al final del artículo texto del Decreto 400 de 2005)
PROMESAS POLITIQUERAS
En un consejo comunal realizado en esta ciudad, el presidente Álvaro Uribe ordeno a su Ministro de Transporte la urgente reglamentación del artículo 24 de la ley 191 de 1995 ( ver texto al final del artículo), esto a petición de nuestros gobernantes que desconsolados lloraban por la caída del pase amigo y le pedían al Gobierno medidas para no dejar escapar a los cucuteños que con esfuerzo compraban su carro venezolano, con el cuento de arreglar la malla vial, mientras millones de pesos se despilfarraban en nominas paralelas, obras innecesarias y otras cosas no muy buenas para la comunidad.
Al analizar el texto del Decreto 400 de 2.005, existen dos situaciones sumamente importantes que todos deben conocer: la primera el mismo tiene su sustento jurídico en el artículo 24 de la ley 191 de 1995 “^Por medio de la cual se dictan disposiciones sobre zonas de frontera”, el mismo se muy claro y contundente al hablar que el proceso procede cuando sea solicitado por el dueño del vehículo, confirmado en el artículo 2 del Decreto 400. Este segundo hecho es quizás el más delicado y preocupante, se trata de que la internación proceda de acuerdo a la ley cuando la solicitud se hace antes de que el vehículo ingrese al territorio nacional. Como se puede analizar, esto significa que la mayoría de los carros venezolanos que hoy ruedan en Cúcuta no cumplieron este requisito y están fuera de ley y por lo tanto, la autoridad los puede considerar contrabando y decomisarlos.
QUIÉN LE PONE LA CASCABEL AL GATO
Miles de carros de placa venezolana circulan y permanecen parqueados en los garajes de cucuteños, que al aplicárseles el Decreto 400 de 2.005 tendrían serios inconvenientes para demostrar la legalidad del mismo. Este hecho, por supuesto, traería un gravísimo problema para todos incluso para la misma administración municipal que es la que sigue insistiendo en la aplicación de la citada norma, como una medida desesperada para lograr los recursos que permitan el rescate de la deteriorada malla vial de la ciudad.
Hoy nos preguntamos ¿Qué se hacen los recursos que pagamos a diario en los peajes instalados por el concesionario San Simón? ¿Por qué esta o la anterior administración no regulan la inútil contratación de personal y obras innecesarias y dedican estos recursos para recuperar la malla vial de la ciudad? ¿Por qué los cucuteños somos tan pasivos y permitimos que nos estén metiendo la mano al bolsillo con procesos como este ahora llamado internación y antes pase amigo? ¿Quién le pone el cascabel al gato en esta ciudad donde ni el mono ni la negra se lo deja poner? Por eso, todos los cucuteños con carro venezolano, digamos
al proceso de internacion de nuestros vehiculos:
3 comentarios:
el pase amigo es un fraude con apoyo de la alcaldesa de cúcuta
Muy buena por esa ALFREDO duro con las injusticias NO AL PASE AMIGO, si a que los padres de familia aporten los pupitres para que sus hijos sean responsables y los cuiden.
buenas noches, al fin en que termino todo, me gustaria tenr mas informacion o informacion mas reciente
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