domingo, 3 de abril de 2011

LOS ESCRITOS DE VELAIDES

DAMNIFICADOS Y AÑO NUEVO DERECHOS HUMANOS
Con acierto, la Honorable Corte Constitucional de Colombia, declaró sin vigencia jurídica la segunda emergencia económica, pretendida por el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, en menos de un año, asestándole el primer nocaut durante su gobierno, y esperemos que en su misión vislumbre la ética y lealtad al orden jurídico y al estado de derecho para que el conglomerado o mejor el constituyente primario no siga siendo denigrado como hasta ahora. Esta decisión permite entrever aunque lacónicamente, la independencia de la máxima guardiana de la Constitución Política de 1991 o mejor de lo que han dejado de ella los honorables congresistas que se desvelan antes de las sesiones para proponer inocuos proyectos de ley que no tienen ninguna trascendencia en procurar la satisfacción de los intereses generales; contrariamente a la triste realidad que se vive diariamente en donde predomina el interés particular en contraposición a los mandatos constitucionales.
Solo basta mencionar algunos ejemplos de proyectos de ley en donde nuestros congresistas se ganan nuestros pesos, se les va el tiempo cuando asisten a sesiones o se queman sus valiosas neuronas, o como dicen le maman gallo a todos, como: a). proyecto de ley de matrimonio gay, como si la mayoría del constituyente primario también lo fuera, b). cadena perpetua (cuando con la pena máxima existente en el código penal (Garavito saldría a los ochenta años, listo a su última misa), c).proyecto de ley para sancionar al que satisface una necesidad fisiológica en cualquier burladero sin antes colocar retretes públicos, d).proyecto de ley para acabar con los vendedores ambulantes porque ocupan el espacio público y mientras tanto los bienes públicos como plazas, playas entre otras se privatizan, e).proyecto de ley para impedir la venta de leche cruda porque está contaminada mientras se cierran hospitales por falta de presupuesto y de paso para acabar con los pequeños hacendados, e). proyecto de ley para que los pasajeros no consuman alimentos en el servicio de transporte mientras los delincuentes despojan a todos de sus pertenencias f).proyecto de ley para encarcelar a los padres de familia irresponsables y proyectos de ley para subir el precio de los combustibles, para subir el alto costo de los servicios públicos, para disminuir el paupérrimo salario mínimo, para subir los costos de la educación, etc. y sería interminable mencionar todas las medidas en contra del gran conglomerado y así sucesivamente nuestros legisladores se pasan el tiempo en simplezas legislativas, cuando todo al respecto está listo, solo basta una verdadera aplicación de justicia, porque irónicamente, mientras al ciudadano bueno que son el 99 por ciento de los colombianos buscan castigarlo, a los malos los llevan a la cárcel y a los do años o menos salen como el renacuajo paseador muy orondos y hay que indemnizarlos.

Mientras todo esto sucede en el máximo templo legislativo con nuestros brillantes congresistas, el crimen organizado, la corrupción, y la delincuencia, se campean a diestra y siniestra a lo ancho y largo del territorio; sembrando el terror, imponiendo la ley de la selva y haciendo germinar la miseria con sus malditas actividades y nada pasa. Como ejemplo se pueden mencionar los más de dos millones de dagnificados del pasado invierno a quienes no se les ha cumplido con las anunciadas ayudas del producto de las teletones y con los recursos de la anterior emergencia económica y social; todo hasta ahora embolatado.
Tan grave es la situación de estos compatriotas que en el Atlántico sus casas son trampas mortales, algunos andan aún deambulando de arriba a bajo y en Gramalote Norte de Santander el desespero llegó al máximo que varios han querido adelantar su encuentro con el creador.
Habría que habilitar en nuestro país un territorio como en otrora la prisión Gorgona para ubicarlos allí a todos juntos, pero con vigilancia láser satelital en un área determinada, en donde formen su propia sociedad, pero con preeminencia del respeto de los derechos humanos, los que ellos desconocen, el respeto y garantía de los derechos humanos de la mayoría, garantía que le corresponde hacer cumplir a las autoridades.

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